"El Gobierno asumirá el mando de los Mossos si hay urnas.
(...) En la sala de mapas del alto mando monclovita, los generales no acaban de ponerse de acuerdo sobre el alcance de la amenaza, según cuenta Carmen Morodo en su crónica de La Razón:
"En el Gobierno hay división de opiniones sobre hasta dónde puede
atreverse a llegar la Generalitat con el proceso independentista.
Hay
quienes creen que el miedo de algunos dirigentes de la antigua
Convergència y de Esquerra Republicana (ERC) a la inhabilitación,
incluso a la 'cárcel', y la división interna dentro del soberanismo
llevan a una transición difícil. Pero en la que después de tensar hasta
el último momento la situación, la Generalitat no tendrá más salida que
convocar elecciones en otoño antes de forzar la convocatoria de un
referéndum ilegal 'que saben que esta vez no van a poder celebrar'.
Desde este sector, insisten: 'No van a poner urnas. Intentarlo lo van a
intentar, pero lo tienen imposible. Y encima se están matando entre
ellos'".
Al parecer de ese sector de finos analistas, Oriol Junqueras
impedirá sobre la campana el incendio de Roma. Sin embargo y si el
líder republicano cumple lo que dice y arde el misterio, el Gobierno
tiene un plan, según el texto de Morodo:
"Tanto en Moncloa como en otros
ámbitos del Gobierno también hay quienes temen, sin embargo, que el
independentismo sí llegue a forzar el choque de trenes y que esto pueda
obligar, al menos durante unas horas, a manejar un escenario social 'muy
delicado'. (...)
Si la Generalitat llegase a convocar el referéndum y a
colocar urnas, como se teme otro sector popular, el Gobierno recurriría
a los Mossos d’Esquadra para restablecer la legalidad. El Tribunal
Constitucional (TC) actuaría por petición de la Fiscalía. La vía sería a
través de orden judicial. El juez ordenaría su retirada y ejecutaría la
policía judicial, que en Cataluña son los Mossos. 'Tendrían que acatar y
además los Mossos no están por la labor de incumplir con sus
obligaciones', aseguran en medios populares catalanes".
Por tanto, nada de aplicación del artículo 155 de la
Constitución, sino un delicado trabajo de cirugía fina para cancelar el
evento. (...)" (Pablo Planas , Crónica Global, 29/05/17)
"Puigdemont exige a Rajoy que aclare cómo impedirá el referéndum.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont,
ha reiterado esta mañana en el Parlament su intención de convocar el
referéndum de independencia. A pesar de la división que se ha producido
en el bloque proconsulta, con los comunes de Ada Colau marcando distancias con el Gobierno, y pese a las "amenazas" que, según ha dicho Puigdemont, llegan desde el Gobierno central.
El presidente catalán se ha referido especialmente a ese último
extremo, cuando ha demandado a Mariano Rajoy que "explique si está
dispuesto a todo" y cómo hará para frenar la votación.
El
presidente catalán ha hecho especial referencia a la posibilidad de que
el Estado haga uso "de la fuerza" para evitar el referéndum, por lo que
que ha pedido dejar de "jugar con esa ambigüedad" y aportar
concreciones.
Sí ha dejado claro que ese rechazo frontal del Gobierno
central, así como la judicialización del proceso independentista o las
operaciones del aparato del Estado para frenar el independentismo no
hacen más que "animar" su objetivo de celebrar el referéndum. Esos
movimientos, ha dicho, "ni disuaden, ni replantean, ni rectifican, ni
reculan" su hoja de ruta. (...)" (El País, 31/05/17)
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