3/5/17

“L’estaca” ahora no es el fascismo, sino ¡España, Madrid, el Estado español! Unidos Podemos no excluidos... un himno antifranquista lo han transformado en una canción nacionalista-secesionista

 "Siete ciudadanas enviaron una carta al director de El País que se publicó el pasado jueves, 27 de abril. Muy breve, decía lo siguiente:

 “Creíamos que cantar L’estaca era cantar contra Franco, contra el franquismo, contra la dictadura. Ahora resulta que L’estaca éramos nosotras, mujeres de Madrid, de Segovia, de Murcia, de A Coruña… Y ahora nosotras señor Llach, ¿qué hacemos con su música?”

¿Qué hacemos con su música, preguntan estas compañeras? Lo que mejor estime cada una por supuesto. Yo ya no la escucho a pesar de haber sido durante muchos años parte esencial (al lado de Raimon, Paco Ibáñez, Labordeta, Oskorri, Prada, Morente, Gerena y Luis Pastor) de mi marco musical popular. No por sectarismo político-cultural. Es que no puedo. La rabia y la indignación me lo impiden. Me siento absolutamente traicionada.

No entiendo que alguien que pudo componer, escribir y cantar Abril del 74 o Campanades a mort sea ahora diputado (al lado de Mas, Junqueras o Turull) de una coalición secesionista (y de ricos o bien situados), profundamente antiespañola sin matices y fuertemente neoliberal como Junts pel sí.

Pero no es ese el punto de esta nota. Es este: no se trata de que compañeras antifascistas que viven fuera de Cataluña sientan que son L’estaca en tanto que españolas (España contra Cataluña, .Cat es esclava de Cataluña, los españoles nos ahogan, nos impiden ser lo que queremos ser, nos roban cada año 16.000 millones de euros, etc.) sino que muchas otras, de aquí, de .Cat, de otra .Cat que apenas conoce el empresario vinícola Llach, yo por ejemplo que vivo en Santa Coloma de Gramenet, una ciudad obrera pegada a Barcelona, también somos parte de esa estaca.

 ¿Y eso por qué? Porque no somos secesionistas y para nosotras son tan importantes Salvat Papasseit o Rosselló-Pòrcel como Celaya, Castelao, Cernuda, Aresti, Gamoneda, Jorge Riechmann, Alberti, Gil de Biedma o don Antonio Machado. ¿Cómo, si no fuera así, podríamos pensarnos?

Para entendernos: un himno antifranquista, no es el único caso, lo han transformado en una canción nacionalista-secesionista. Con la señera lo mismo; la única válida es la suya, la estelada. Que Podemos usara la canción -no sé si lo sigue haciendo- en algunos de sus reuniones o encuentros es absolutamente incomprensible (sabiendo lo que sabemos de ese cambio de significantes no vacio).

El despiste, como ocurre con la inclusión de autodeterminación (independencia!) en la marcha obrera, en la marcha de la dignidad del 28 de mayo, no tiene parangón. Así no hay forma, cómo vamos a ser, digamos lo que digamos, una alternativa nacional-popular. ¿Dónde situamos nuestra tradición federalista? ¿Dónde ubicamos la unión fraternal de todos los pueblos de España? ¿Es música trasnochada?

Por debajo de todo esto una idea tan básica como la siguiente: no valen currículums (o curricula como decía, dándoselas de culto, aquel ministro franquista que firmó penas de muerte): somos lo que ahora somos, no lo que fuimos.

Llach fue un autor y cantante antifranquista; ahora es un diputado secesionista que da charlas, cuenta cuentos falsarios, un empresario al que, por todo lo que dice, el resto de trabajadoras españolas le importa un higo. No somos de los suyos, no somos parte de su Patria. La de Mas, Millet, Pujol junior, Ferrusola y don Pujol i Soley. ¡Menuda compañía! ¡Todo un proceso de liberación hacia Itaca!

Por lo demás, y puestos a hablar de L’estaca y de sus miembros, ¿dónde situarle a él después de sus declaraciones sobre los funcionarios, el cumplimiento de las nuevas “leyes catalanas” y las sanciones?"                 (Rosa Guevara Landa , Rebelión, 03/05/17)


"(...) Habla Lluís Llach: “La Generalitat sancionará a los funcionarios que no acaten la ley de desconexión”.

El diputado de Junts pel Sí reitera que “muchos de ellos sufrirán” si cumplen con la legalidad del Estado, y señala en especial a los Mossos de Esquadra”. 

¡Quién te ha visto y quién te ve! ¡Y algunos le seguimos durante años y escuchábamos su “Viaje a Itaca” emocionados y con compañeras que acaban de salir de la cárcel hacía apenas una semana! ¡Este empresario y diputado de una fuerza secesionista-neoliberal ha cantado sobre abril de 1974! 

(Lean los comentarios sobre el periodista Cristian Segura por revelar las palabras del cantautor http://comunicacion.e-noticies.es/la-bestia-negra-del-soberanismo-109618.html). 

 Verle salir el pasado miércoles del Parlament de .Cat, al lado de Puigdemont y Jordi Turull, una salida diseñada y acordada por supuesto, lo dice todo o casi todo. ¿Qué importará que hace 30 o más años Llach estuviera en contra de la permanencia otánica, como tantas otras personas, o que algunas de sus canciones hayan sido, en algunos momentos, himnos de la resistencia antifascista?

 Somos lo que somos, no lo que fuimos o hicimos ver (Una sugerencia: conviene que Podemos no use más “L’estaca”. Incluso esa canción, netamente antifascista, la han convertido en un himno nacionalista. “L’estaca” ahora no es el fascismo, sino ¡España, Madrid, el Estado español! Unidos Podemos no excluidos de esa España que, sin ningún matiz, siempre araña, explota y oprime). (...)"            (Salvador López Arnal , Rebelión, 29/04/17)

No hay comentarios: