"La resolución del Tribunal Constitucional (TC) alemán que
rechaza que los estados federados organicen referéndums secesionistas ha
sido recibida por algunos medios independentistas catalanes con las
habituales falsedades y medias verdades con que reaccionan cuando un
argumento no abona el proceso soberanista.
En
síntesis, el TC con sede en Karlsruhe niega a Baviera la posibilidad de
celebrar el referéndum con el siguiente razonamiento: “En la República
Federal de Alemania, como estado nacional cuyo poder constituyente
reside en el pueblo alemán, los estados federados no son dueños de la
Constitución, No hay por lo tanto espacio para aspiraciones
secesionistas de un Estado federado en el marco de la Constitución.
Violan el orden constitucional”.
Esta resolución
es similar a la adoptada en abril del 2015 por el TC italiano, que negó
a la región del Véneto la posibilidad de organizar un referéndum
consultivo sobre la independencia porque es “radicalmente incompatible
con los principios fundamentales de la unidad e indivisibilidad de la
República”. En Italia, este principio ni siquiera puede someterse a la
reforma de la Constitución, lo que no ocurre en España.
Pues
bien, medios independentistas han intentado minimizar la resolución del
TC germano con tres argumentos: no es una sentencia, no entra en el
fondo del asunto y la petición era de un único ciudadano, no de millones
en la calle como pasa en Catalunya.
ARGUMENTOS FALACES
Los
dos primeros son falaces: no es una sentencia, naturalmente, sino una
providencia de inadmisión y no se pronuncia sobre el fondo porque la
petición no es admitida a trámite. Así, en lugar de destacar que el TC
ni siquiera admite la posibilidad de entrar a debatir la cuestión, se le
da tramposamente la vuelta al remarcar que el tribunal no ha estudiado
el fondo del asunto. Una falacia porque el TC lo que establece en
realidad es un doble rechazo: no puede abordar el fondo porque ni
siquiera es posible admitir la demanda.
En cuanto a la tercera objeción, jurídicamente es
irrelevante que lo pida un único ciudadano o dos millones, pero
políticamente no lo es. Por esta razón, si dos millones de ciudadanos
piden un referéndum nos hallamos ante un problema político al que hay
que dar una respuesta no solo jurídica. Esta es la diferencia entre
Baviera y Catalunya.
La mejor encuesta, las últimas elecciones
autonómicas, indica que 2.323.842 catalanes votaron a partidos
favorables a un referéndum (102.870 más si se incluye a Unió), sin
entrar en el dilema de si la consulta debe ser pactada o unilateral.
El líder del independentista Partido de Baviera (2% de los votos en las últimas regionales), Florian Weber,
ha declarado que “la lucha por la independencia no será decidida por un
tribunal, sino por la voluntad de los bávaros”. Lo mismo aseguran los
dirigentes independentistas catalanes.
Tienen derecho a decirlo y a
trabajar para conseguirlo. A lo que no tienen derecho, como reafirman
las resoluciones alemana e italiana, es a denunciar falta de democracia y
a acusar de “no demócratas” a los que no defienden el referéndum
secesionista." (José A. Sorolla, El Periódico, 09701/17)
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