"(...) Y el tensionamiento territorial, ¿forma parte de la lucha sindical?
Pues, en principio, participar de las pugnas entre burguesías para sacar
ventaja unas frente a las otras no parece que tenga que ser espacio de
intervención sindical.
Sí sería su espacio si desde el poder público se
hicieran normas o no se prestaran servicios o inversión en un territorio
de forma que los trabajadores de ese territorio se vieran forzados a
una tasa de emigración económica claramente superior a la del resto de
territorios bajo ese mismo poder público. En España, la tasa de
emigración de jóvenes con formación es similar en todo el territorio y,
en todo caso, más alta allá donde los niveles de renta per cápita son
menores.
¿Qué están haciendo nuestros sindicatos? Pues lo que
vivimos en Catalunya es que tanto CCOO como UGT han sido parte activa y
motivada en el Pacte Nacional pel Referèndum, así como, hace un par de
años, fueron igualmente parte activa y motivada en el Pacte Nacional pel
Dret a Decidir. (...)
Todo ello, por supuesto, con el conocimiento y apoyo de los
Secretarios Generales de ambos sindicatos, aunque nunca han explicado
qué aporta todo esto a la lucha sindical.
Es verdad que el
argumento “se debe permitir que la gente vote“ tiene fuerza. Pero ¿Han
votado los afiliados de CCOO o los de UGT sobre si querían que sus
sindicatos dedicaran el grueso de sus esfuerzos a apoyar un proyecto
encabezado por la burguesía catalana? NO.
NO, lectores, NO. NO
han votado porque los dirigentes de esos mismos sindicatos que reclaman
que la ciudadanía pueda votar y que es antidemocrático no dejarles
NIEGAN a sus afiliados ese derecho. ¿Quien impide consultar a la
militancia? ¿El PP? ¿Rajoy? NO, son los señores Joan Carles Gallego y
Josep Maria Álvarez (desde hace pocos meses, Camil Ros) los que NO
convocan esa consulta.
Sólo se reclama el derecho a votar para
aquello para lo que no se tiene el poder de imponer. Y eso vale para
Rajoy y su PP, como también vale para CDC (ahora PDEcat), ERC, Junts pel
Sí, Municipis per la Independència (hay centenares de municipios
apuntados y en ninguno se ha votado si la gente quería incorporarse o
no, el gasto sí lo han de hacer, etc, etc…).
¿Cómo hemos llegado a
esta participación ciega y convencida, ignorando incluso a los propios
afiliados, que son la presencia real de los sindicatos? (...)
No sé Uds. pero yo veo personas que se organizan en familias, lo de
las relaciones unívocas nación-territorio las veo menos. Lógicamente,
las familias tienen sus trayectorias culturales, lingüísticas, etc… En
Catalunya, todos Uds. lo saben, casi la mitad de las familias tienen
como lengua de relación el catalán y, lógicamente, reclaman de los
poderes públicos protección.
CCOO y UGT, como los demás
sindicatos, tienen todo el derecho del mundo, en defensa de las
condiciones de vida de esas familias, de reclamar esa protección y
denunciar en qué puntos o aspectos no se está ejerciendo. Pero también
tienen la obligación de ser coherentes.
Ambos sindicatos se
declaran federales pero no recuerdo ninguna intervención en el ámbito
federal que haya sido en lengua distinta al castellano. Ser federal se
demuestra con el ejemplo en casa, no cacareando en la calle. (...)
Casi la mitad de las familias de Catalunya tenemos como lengua de
relación el castellano: ya está bien de negar nuestra realidad. Eso no
es sindicalismo, es otra cosa. Muy en sintonía con lo que se va
imponiendo en Europa, sí, pero otra cosa." (Pedro Fernández , Crónica Popular, en Rebelión, 12/01/17)
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