8/6/16

¿Cómo queda Catalunya en progreso social? Mal, en la posición 165 entre las 272 regiones europeas... el penúltimo lugar en el índice de bienestar fundamental sólo por delante de Canarias

"(...) Existe otro índice dirigido a valorar específicamente el progreso social (IPS). Su planteamiento viene a decirnos que el PIB mide los bienes y servicios que producimos, mientras el IPS nos explica cómo los aplicamos. 

Se estructura en tres grandes apartados: necesidades humanas básicas, bienestar fundamental y oportunidades de pro­greso. Su gran utilidad es que por vez primera se ha aplicado a todas las regiones de Europa, permitiendo establecer comparaciones entre ellas y en relación con el PIB de cada una.

En este contexto, ¿cómo queda Catalunya? Mal, tanto que nuestra mediocridad debería alertarnos y sacarnos de las brumas del satisfechísimo, porque pese a que ocupa el lugar 58 por PIB, se sitúa en la posición 165 por su índice de progreso social, entre las 272 regiones europeas, donde están todos las que corresponden a los países del Este, del sur de Italia, de Grecia, Portugal, que son muchas y están más atrasadas. 

Pero descendamos a un mayor detalle. La comparación con los otros territorios europeos que poseen un PIB semejante al catalán nos dice, según el IPS, que de los doce grandes apartados que lo componen, en siete presentamos un nivel peor que la media, en cuatro somos semejantes, y sólo en uno, salud y alimentación, ocupamos un lugar destacado. 

De los 50 indicadores utilizados para evaluar cada región, en 26 estamos peor, en 20 igual, y sólo en tres Catalunya saca mejores resultados: esperanza de vida, tolerancia con los inmigrantes y especialmente con los homosexuales.

Los perfiles en los que estamos peor no nos auguran un buen futuro, porque afectan a la educación secundaria (cuando en el pasado liderábamos la renovación pedagógica) y al abandono escolar temprano. En este ámbito ocupamos el lugar 250, con sólo 22 regiones por detrás. Además, es mala la cualificación que obtenemos en relación a los jóvenes que ni estudian ni trabajan, y en la formación continuada. (...)

Hay más datos negativos, caso del capítulo habitacional, en el que nos situamos en el lugar 182. Así mismo son malos los resultados sobre la calidad del medio ambiente, como el estado del agua y su depuración, y la contaminación del aire por partículas (pm10) y ozono. Hay otras debilidades como en la internet doméstica, la atención odontológica, incluso determinados aspectos de la seguridad, pero son ya menores y cuestionables. (...)

Negarse a aceptar la responsabilidad de la gobernación catalana en todo esto, pretender explicarlo sólo por el déficit fiscal, sería un error autocomplaciente con nuestras miserias públicas, más cuando Catalunya ocupa el lugar 12 entre las comunidades autónomas del Estado, con Valencia y las otras once con mejores resultados, y sólo cinco por detrás, como Extremadura, Andalucía, y Castilla-La Mancha, que tienen un saldo fiscal bien favorable. 

El déficit fiscal es una parte de la explicación, claro que sí, pero no la cuestión clave. Lo decisivo se halla en el mal funcionamiento de nuestras instituciones públicas, en el deterioro de la capacidad de gobernar, en las absurdas cuando no sospechosas asignaciones del gasto, y en la irresponsable despreocupación por los costes públicos.

 Como ejemplo paradigmático de todo ello sirve este: tenemos la televisión pública más cara de España en términos de coste por cada punto de audiencia, y al mismo tiempo ocupamos el penúltimo lugar en el índice de bienestar fundamental sólo por delante de Canarias. Y encima sacan pecho."                (¿Progresa Catalunya?, de Josep Miró i Ardèvol, La Vanguardia, en Caffe Reggio, 06/06/16)

No hay comentarios: