"Societat
Civil Catalana ha presentado al público, en un acto celebrado en la
Feria de Abril de Catalunya, el documental titulado “Disidentes. El precio de la discrepancia en la Catalunya nacionalista”, dirigido por Fran Jurado y producido por la entidad.
El documental critica, entre otras cosas, la relación entre los medios de comunicación y el nacionalismo. De este modo, el periodista Pablo Planas afirma que “el sistema de medios de comunicación en Catalunya es una gran estafa, que se consolida con la soflama que hace Pujol en el balcón de la Generalitat cuando dice aquello de que ‘a partir de ahora de ética hablaremos sólo nosotros’, cuando florece el caso Banca Catalana”.
“Hablamos de la construccción de una patria que se plasman en unos medios de comunicación que compran el discurso pujolista de la agresión del resto de España contra Catalunya y los catalanes. A través de los medios, se eleva el Pujolismo al grado de regimen”, asegura.
También el socialista Joan Ferran señala en este sentido que “Pujol llamaba a determinados redactores para que hicieran determinadas noticias en diarios de gran tirada”. Ferran recuerda que “hay un informe pagado por el Govern donde estaba la ficha de la mayoría de los profesionales de TV3, desde el señor Francino al señor Alsius, desde la señora Barceló al señor Pellicer, en los que se miraba la dicción en catalán pero también su afinidad a la ideología nacionalista”.
Planas añade en este sentido que el ex presidente catalán consiguió “que los medios le elijan como gran representante de la catalanidad”. “En Catalunya es muy difícil que haya medios de comunicación no nacionalistas. Primero por un peaje económico. O aceptas el discurso del nacionalismo o no tienes publicidad institucional. Eso deriva en una situación de marginalidad y si te resistes la tercera fase es el etiquetaje: eres de extrema derecha o anticatalán”.
También Jordi Cañas, de Ciudadanos, lamenta que “en los últimos 30 años se ha construido un marco mental muy difícil de combatir. Se ha trabajado activamente desde las administraciones públicas secuestradas por los partidos nacionalistas, desde el control de la sociedad civil, desde el control de la educación, desde la manipulación de los medios de comunicación”.
Por su parte, el diputado del PPC, Fernando Sánchez-Costa, apunta que “en Catalunya hay un cierto miedo a posicionarse políticamente, especialmente en los pequeños pueblos de la Catalunya interior. La gente que tiene comercios o que son autónomos tiene miedo a dar la cara por el PP. En el Parlament, cuando hay comisiones, le decimos a algún experto que venga y dé su opinión y nos dicen que no pueden ir con el PP porque quizás tienen alguna dificultad”.
Finalmente, la periodista, Andrea Marmol, recuerda las viñetas publicadas en diarios donde se trataba a los votantes de C’s de “una panda de camisas azules”. “Es un insulto a 700.000 catalanes que los votaron”, sentencia." (e-notícies, 28/04/16)
El documental critica, entre otras cosas, la relación entre los medios de comunicación y el nacionalismo. De este modo, el periodista Pablo Planas afirma que “el sistema de medios de comunicación en Catalunya es una gran estafa, que se consolida con la soflama que hace Pujol en el balcón de la Generalitat cuando dice aquello de que ‘a partir de ahora de ética hablaremos sólo nosotros’, cuando florece el caso Banca Catalana”.
“Hablamos de la construccción de una patria que se plasman en unos medios de comunicación que compran el discurso pujolista de la agresión del resto de España contra Catalunya y los catalanes. A través de los medios, se eleva el Pujolismo al grado de regimen”, asegura.
También el socialista Joan Ferran señala en este sentido que “Pujol llamaba a determinados redactores para que hicieran determinadas noticias en diarios de gran tirada”. Ferran recuerda que “hay un informe pagado por el Govern donde estaba la ficha de la mayoría de los profesionales de TV3, desde el señor Francino al señor Alsius, desde la señora Barceló al señor Pellicer, en los que se miraba la dicción en catalán pero también su afinidad a la ideología nacionalista”.
Planas añade en este sentido que el ex presidente catalán consiguió “que los medios le elijan como gran representante de la catalanidad”. “En Catalunya es muy difícil que haya medios de comunicación no nacionalistas. Primero por un peaje económico. O aceptas el discurso del nacionalismo o no tienes publicidad institucional. Eso deriva en una situación de marginalidad y si te resistes la tercera fase es el etiquetaje: eres de extrema derecha o anticatalán”.
También Jordi Cañas, de Ciudadanos, lamenta que “en los últimos 30 años se ha construido un marco mental muy difícil de combatir. Se ha trabajado activamente desde las administraciones públicas secuestradas por los partidos nacionalistas, desde el control de la sociedad civil, desde el control de la educación, desde la manipulación de los medios de comunicación”.
Por su parte, el diputado del PPC, Fernando Sánchez-Costa, apunta que “en Catalunya hay un cierto miedo a posicionarse políticamente, especialmente en los pequeños pueblos de la Catalunya interior. La gente que tiene comercios o que son autónomos tiene miedo a dar la cara por el PP. En el Parlament, cuando hay comisiones, le decimos a algún experto que venga y dé su opinión y nos dicen que no pueden ir con el PP porque quizás tienen alguna dificultad”.
Finalmente, la periodista, Andrea Marmol, recuerda las viñetas publicadas en diarios donde se trataba a los votantes de C’s de “una panda de camisas azules”. “Es un insulto a 700.000 catalanes que los votaron”, sentencia." (e-notícies, 28/04/16)
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