"(...) la crisis institucional por las lagunas de los servicios
policiales y la falta de coordinación han dado paso a una crisis
nacional en Bélgica, un país extremadamente complejo. La irrupción de
450 ultras en la convocatoria pacífica del domingo en la capital solo
confirma la escalada de tensión.
Porque la extrema derecha es importante
en Flandes y anecdótica en Bruselas y Valonia. La
matanza de noviembre en París y la confirmación de que ésta se diseñó en
el distrito de Molenbeek desencadenaron una tormenta de críticas de los
nacionalistas flamencos contra los partidos francófonos, mayoritarios
en Bruselas. (...)
todo se ha desmadrado este lunes, cuando el alcalde de
Bruselas (el distrito central y el más poblado de los 19 que hay en la
capital), Yvan Mayeur, estalló ante los medios: “Flandes ha venido a
ensuciar Bruselas con sus extremistas”, indicó a Le Soir. Antes Mayeur
no se mordió la lengua entrevistado por la cadena RTL: “Estoy
escandalizado de ver desfilar a más de 400 fascistas frente a la Bolsa
de Bruselas”.
Mayeur, francófono del Partido
Socialista, reveló que antes del desfile ultra él ya fue informado que
un grupo de "energúmenos hooligans" pretendía marchar sobre Bruselas.
“Esa gentuza no debía venir a Bruselas”, clamó. Antes de coger un tren a
Bruselas los ultras se concentraron en Vilvorde, una comuna flamenca
con una importante minoría de francoparlantes.
"Y ni la policía local ni
la policía de los trenes, que depende del titular de Interior Jan
Jambon, hicieron nada para evitarlo". La responsable de prensa de Mayeur
declinó la petición de eldiario.es para hablar con el alcalde: "Estamos
desbordados". (...)
La sociedad flamenca lleva dos décadas dando la espalda a sus
compatriotas francófonos. Y De Wever eclipsó a la extrema derecha
independentista del Vlaams Belang, que en 2004 era la formación más
votada. Flandes, de derechas e independentista.
Valonia, de izquierdas y
unitaria. En medio, enclavada en Flandes, aparece Bruselas, la capital
europea oficialmente bilingüe pero en realidad aplastantemente
francófona; con una potente clase media-alta de funcionarios
comunitarios de los 28 países y una población de origen marroquí
hacinada en los barrios más pobres. El cóctel perfecto para que haya
problemas. (...)
Tras los ataques terroristas del 13 de noviembre en
París, los nacionalistas flamencos parecieron tomar la iniciativa.
Jambon declaró su intención de "limpiar" Molembeek y acusó directamente
al PS de permisividad y clientelismo, especialmente al exalcalde de este
distrito durante 20 años, el socialista Philippe Moureaux.
Esa supuesta obsesión por la seguridad se convierte ahora en un
calvario para la Nueva Alianza Flamenca. Primero, porque Flandes tiene
sus propios focos yihadistas, como demuestran la organización salafista
desmantelada Sharia4Belgium con base en Amberes o las recientes
detenciones en Vilvorde y otras comunas.
Segundo, porque los agujeros en la seguridad más graves se han producido durante el mandato de La sueca:
uno de los terroristas que se inmoló hace una semana en el aeropuerto
de Zaventem, Ibrahim El Bakraoui, fue detenido y deportado por Turquía,
según confirmó Ankara la semana pasada.
La liberación este lunes del
hasta ahora principal inculpado, Fayçal Cheffou, es otro golpe a los
servicios policiales (hay hasta seis cuerpos diferentes operando en
Bruselas). El desfile ultra y el cruce de declaraciones son la guinda
del pastel.
La extrema derecha repunta en las
encuestas en Flandes. Y la extrema izquierda del PTB también alza el
vuelo en Valonia y Bruselas. El PS, primer partido francófono, ha pasado
al ataque.
"Tenemos sentido de la responsabilidad en estos momentos tan
difíciles", confía un dirigente del partido. “No pedimos dimisiones,
sino de momento unidad contra el terrorismo". Nadie da un duro por el
Gobierno de Charles Michel." (Pablo García, eldiario.es, 28/03/16)
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