"Ayer [*] en Catalunya, pese a la guerra de banderas catalanas y
españolas, en realidad perdió el único grupo que no ondeaba ninguna tela
ni que se atreve siquiera a sacarla. Ganó una clase, la burguesa, y
perdió otra, la trabajadora. Ganaron los recortadores y perdieron los
recortados. Ganó la hegemonía capitalista pese a los diversos disfraces
nacionales que adopta (¡le encanta travestirse!) (...)
Es mucho más fácil interiorizar que “la culpa es de los españoles” o
que “la culpa es de los catalanes” que unir a ambos en la misma sintonía
y señalar que el problema reside en el capitalismo y sus ejecutores
(Mas, Rajoy, la Troika, etc.). Esto demuestra que la Ley Universal del
Mínimo Esfuerzo (LUME) también gobierna en la lógica política de los
gobernados/dominados.
Para que el primer mensaje triunfe, sólo hay que
estar jodido con algo y echarle la culpa a alguien bien delimitado (“los
españoles”, “los catalanes” o, mejor aún, “España” y “Catalunya”). Para
entender que el capitalismo nos oprime a todos hace falta estudiar,
entender la lógica del sistema y saber que se puede substituir por otro
superior.
Los únicos que se atrevieron a desmarcarse
(parcialmente) de la guerra de banderas durante la campaña fueron
Catalunya Sí que es Pot. Sin embargo, no izaron su propia tela. ¿Alguien
se percató de alguna bandera roja que unificara a todo el género humano
independientemente del lugar de nacimiento? (...)
No existe nada que se llame Catalunya o España, no son personas ni
seres vivos, como mucho espectros. No sufren los recortes hospitalarios
ni la subida de las matrículas universitarias. Hay catalanes que sí y
catalanes que no, españoles que sí y españoles que no, obreros que sí y
burgueses que nunca. No existen las naciones como sujetos políticos,
existen las personas y las clases.
Los límites nacionales han sido
tradicionalmente impuestos a punta de espada o de tanques por los
conquistadores, las diferentes clases dominantes cuando se reparten los
territorios, etc. Las naciones sirven para dividir a la clase
trabajadora en diferentes establos (...)
Lo cierto es que desde el inicio de los tiempos el homo sapiens necesita símbolos que le ayuden a generar una identidad. (...)
Del 27S podemos aprender que las mayorías bailarán al son de los
símbolos de sus burguesías porque son ellas las que controlan los medios
de comunicación y el resto de industrias de la conciencia. (...)
Las mayorías de izquierda dependen de los medios burgueses en exceso. Se
creen, por ejemplo, que un canal como La Sexta, propiedad de Planeta,
de la familia capitalista Lara, es “de izquierdas” porque en algunos
programas se escuchen a los nuestros. (...9
Sin la unión de toda la izquierda contrahegemónica para construir
nuestros medios unificados, nuestra propia industria cultural, sólo
consumiremos hegemonía burguesa y pensaremos como ellos quieren que
pensemos. Necesitamos nuestra cultura solidaria, racional a la par que
cálida, rebelde a la par que humana: nuestra cultura socialista. Si por
el contrario, hemos de seguir luchando en sus medios, ellos controlarán
el mensaje y los minutos que saldrán nuestros responsables.
Si no
construimos nuestra industria cultural contrahegemónica jamás
conseguiremos la hegemonía en la sociedad, seremos minoría para siempre y
cada vez más, los pocos que quedemos, estaremos más colonizados
mentalmente. No podemos luchar contra los medios masivos tanto offline (radio, TV, etc.) como online
(Internet) desde una multitud de pequeñas páginas de información
alternativa en Internet.
O desde asambleas de cientos de personas cuando
los telediarios son vistos por millones a los que les lavan el cerebro.
No podemos luchar contra un ejército de aviones, tanques y drones con
tirachinas. Necesitamos seducir a las mayorías y aumentar la formación
de nuestros activistas y militantes.
Pero precisamos hacerlo con
seducción, con canales poderosos que lleguen a más gente y con objetivos
que ilusionen. Necesitamos nuestra televisión, nuestros telediarios y
nuestras propias canciones. Pero además necesitamos que cambien el
discurso, que se haga más valiente.
Movilizar a la gente para evitar los
recortes no ilusiona a nadie. Ya llevamos años de recortes y se están
normalizando por cansancio. Al final a las acciones a la calle acuden
(algunos) de los afectados y los militantes de siempre. No se amplía el
círculo. (...)
El socialismo mundial es techo, pan, salud, cultura y libertad. Bajo
ese objetivo político cabemos todos, catalanes y españoles, pero también
estadounidenses, chinos y sirios. ¿Alguien se atreverá de una vez a
volver a izar esa bandera?" (Jon E. Illescas (Jon Juanma) , blog, Jon Juanma es el pseudónimo de Jon E. Illescas Martínez, en Rebelión, 29/09/2015)
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