"Si se mira exclusivamente desde la óptica política vasca, el líder de
Ciudadanos, Albert Rivera, ha cometido un error al cuestionar el
Concierto económico, aunque si se mira desde la óptica catalana puede
que no haya tal error. (...)
La toma de postura de Rivera, por otra parte, está en línea con la
posición que sobre la cuestión ha venido manteniendo en solitario Unión
Progreso y Democracia. El resto del arco político, desde la izquierda a
la derecha, nacionalistas y no nacionalistas, defienden la singularidad
del Concierto económico y las instituciones forales. Luego, dentro de
esa defensa genérica, vienen los matices. (...)
Los dos grandes partidos nacionales, el PP y
el PSOE, no se plantean el cuestionamiento de la singularidad vasca en
el terreno fiscal, al margen de que en el ejercicio de las tareas de
gobierno
en ocasiones se plantean conflictos sobre cuestiones concretas, pero
una discusión sobre quién debe ingresar los impuestos de Rover, por
citar un ejemplo, no supone una impugnación del Concierto.
Si Ciudadanos alcanza la representación que le dan las encuestas, por
vez primera habría un partido de peso en la política nacional que
cuestiona el Concierto económico, algo que no ha ocurrido desde la
recuperación de la democracia. UPyD, ya se ha dicho, lo cuestiona, pero
este partido no ha conseguido la presencia que vaticinan los sondeos
para la formación de Albert Rivera.
Hasta ahora, el cuestionamiento del
Concierto vasco procedía únicamente de sectores políticos catalanes,
incluidos los nacionalistas. Ni siquiera la izquierda española, donde la
pulsión por la igualdad tendría que ser más fuerte, ha puesto en tela
de juicio el modelo específico vasco recogido en la Constitución.
En ese contexto, no dejan de ser significativas
las palabras que hace pocos días pronunció el lehendakari Iñigo Urkullu
al ser preguntado por un posible Concierto para Cataluña. Urkullu se
mostró favorable, «siempre y cuando se mantenga la singularidad» vasca
amparada por la Constitución española.
El lehendakari parecía reflejar
el temor de que una revisión del sistema de financiación autonómica
encaminada a generar más recursos para Cataluña conllevara la puesta en
cuestión del Concierto vasco o, al menos, de los criterios aplicados
para el establecimiento del Cupo. Es un riesgo que existe." (EL CORREO 21/04/15, FLORENCIO DOMÍNGUEZ, en Fundación para la Libertad)
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