23/1/15

“La independencia de Cataluña tiene sentido contra la Europa neoliberal, no frente al estado español"

"(...) En primer lugar hay un agotamiento de la “onda” soberanista-independentista de Artur Mas, entendida como los distintos “dimes y diretes” con el PP, conflictos internos en Cataluña o derivas relacionadas con un soberanismo más o menos “radical”. 

El segundo factor es un cierto cansancio ante tanto debate soberanista al margen de los problemas reales que la población está sufriendo dramáticamente, y que tienen que ver con la pobreza, la desigualdad y el paro. 

En tercer lugar ha aparecido el fenómeno Podemos, que rompe el mapa político catalán de una manera sustancial, porque aparece un nuevo espacio político que sitúa el federalismo en otro plano.

 Y que a su vez asume un planteamiento radicalmente democrático respecto a la política española. Al final, la gran pregunta es: ¿Se puede “salvar” Cataluña sola, al margen del estado español? ¿La Constituyente catalana es posible sin una constituyente española? Yo creo que no, y ése es el nuevo debate. 

Cuando veo a Ada Colau, a los diferentes Guanyem o al intento de un Guanyem-Catalunya y veo a Podemos, eso significa que está surgiendo un nuevo espacio político, aunque los independentistas soeces lo denominen “españolismo”.

-¿En qué términos se sitúa, por tanto, el conflicto en tu opinión?


El primer conflicto es el que enfrenta al norte con el sur de Europa, y que se está interpretando en Grecia, Italia, Portugal y España. El estado español, de hecho, se ha configurado como una periferia subordinada y dependiente de los grandes poderes económicos europeos, básicamente de Alemania. Como ha dicho un antiguo ministro portugués, somos un protectorado. 

Ya no somos países independientes. La independencia, y ahí reside el segundo conflicto, no es tanto la independencia frente a España sino respecto a Europa. Porque la Europa que se está construyendo es de carácter neoliberal, profundamente antidemocrática y contraria a los derechos sociales en el sur de Europa. 

Para mí, la jugada de la supuesta independencia de Cataluña se juega en una alianza del sur de Europa frente a los países del norte, y en un proceso constituyente. Esa es la jugada de Podemos, Syriza e Izquierda Unida. Ésta es la batalla en Europa hoy. ¿De qué independencia de Cataluña hablamos, si no, dentro de un protectorado europeo del sur?

-Has citado a Izquierda Unida, Podemos y Syriza. ¿Cuál es tu opinión sobre los planteamientos de la CUP, actualmente con tres diputados en el parlamento catalán?

Creo que la CUP se ha quedado hoy en un discurso anacrónico (en el sentido estricto de la palabra). Han hecho un discurso soberanista e independentista desde una base municipalista y democrática muchas veces admirable, de contrapoder social y lucha por nuevas formas de participación. 

Pero creo que su discurso global parte de una falsa polaridad, Madrid-España frente a Cataluña, cuando la pregunta real es: ¿Qué vamos a hacer los pueblos del estado español ante la agresión gigantesca que nos viene de la UE y nos sitúa en la periferia de Europa? En el estado español, en Cataluña y en Madrid no habrá derechos sociales, autonomía real para las personas, soberanía popular ni libertades materiales. 

Este discurso de una “liberación” de Cataluña, al margen del estado español y de los pueblos que lo conforman, es un error estratégico que los convierte en la izquierda de CIU y ERC, pero en un mismo bloque.

-Sin embargo, la síntesis entre izquierda y soberanismo/independentismo no da malos resultados en algunos territorios. En las elecciones al parlamento vasco, de 2012, Bildu alcanzó el 25% de los votos. En las últimas elecciones europeas el Sinn Féin superó el 20% de los sufragios en la República de Irlanda.

Te invierto ahora yo la pregunta. ¿Por qué Podemos es hoy la segunda fuerza política en Euskadi? Porque el espacio identitario no es el único en juego, al margen de los conflictos socioeconómicos y de clase. Podemos está poniendo en pie un espacio democrático-radical donde ya no basta sólo con decir “yo soy español” o “yo soy vasco”. 

Además de la polarización centro-periferia, “España nos roba” o “el pueblo vasco y su lucha por la independencia”, hay otras cosas que son tan importantes o más para la gente. Ése ya no es el único espacio que genera identidad y conflicto social. Está asimismo ese otro espacio que es la lucha de clases, el conflicto socioeconómico y la agresión externa que nos viene de una Europa alemana. Eso es lo determinante.

-Sin embargo, has defendido en artículos y conferencias la necesidad de reconstruir un imaginario español. Porque los imaginarios y las identidades movilizan a la gente. ¿Por qué razón defiendes su importancia cuando se trata de un imaginario “español”, pero en el caso de Cataluña o Euskadi lo prioritario son otras luchas?

Claro que no se puede vivir sin identidad. Pero lo que planteo es que la crisis, gran recesión o gran involución ha cambiado los marcos de la Política (en sentido fuerte). Y en ese marco hay un problema, que es el de España. Hasta ahora la izquierda –en mi caso, la izquierda comunista- ha estado orillando permanentemente el problema de España.

 En parte hemos hecho como todos los demás: “fugarnos” hacia Europa. Es decir, el problema de España se resolvería en Europa. Sin embargo, ahora Europa es el problema y no la solución. Y ahí está precisamente el problema de fondo. Cómo volver a la cuestión de España cuando Europa es el problema y España la solución. 

Eso obliga a replantearnos en serio un nuevo imaginario, sabiendo que el imaginario español está ampliamente colonizado por el imaginario franquista. En parte se lo hemos ido dejando nosotros durante estos años, porque no hemos sabido capaces de construir un imaginario alternativo. Anguita esto lo vio hace muchos años, lo que ocurre es que es mensaje lo defendieron él y unos pocos: el mensaje republicano. (...)

-¿Por qué la soberanía y la autodeterminación consideras que la pueden plantear los viejos estados-nación (por ejemplo, España frente a una Europa alemana), pero no te parece un acierto estratégico que lo defiendan las naciones sin estado integrados en esos viejos estados nacionales (por ejemplo Cataluña y el País Vasco dentro de España)?

Por una razón de carácter político y geopolítico. Primero, porque cualquier proceso independentista en Cataluña y el País Vasco implica una ruptura de la comunidad existente. En eso no hay que engañarse. Las comunidades vasca y catalana se romperían si fueran independientes, porque habría una parte, que no sería ni la derecha ni la “carca”, que no estaría de acuerdo con esa independencia.

 Habría minorías nacionales, minorías españolas, en esas comunidades. Además resurgiría con mucha fuerza el nacionalismo español en el resto del estado. Por tanto, la idea de que la independencia sería gratis es, a mi juicio, equivocada. En segundo lugar, si implosionan la Unión Europea y el euro, ¿sería viable una Cataluña independiente? Eso Castelao ya lo planteó en Galicia.

 Por eso defendió los derechos de Galicia pero no la independencia. Precisamente porque existe la geopolítica, porque existe el imperialismo y la lucha de clases a nivel mundial. Porque hay una jerarquía de naciones. Nosotros queremos retornar a un estado republicano y solidario, independiente de una Europa que está liquidando la soberanía y los derechos sociales de los trabajadores. (...)"             (Entrevista al politólogo Manolo Monereo, Enric Llopis , Rebelión, 19/01/2015)

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