"El 9N, 7 de cada 10 catalanes se quedaron en su casa. Con este
desinterés por algo que ha marcado la agenda política catalana de los
últimos 2 años, diría que “la veu d’ un poble” a la que apelaba la
militancia independentista se ha quedado un poco afónica. (...)
Cerca de 1.900.000 catalanes son partidarios de la separación con
España y están dispuestos a organizarse, movilizarse y hacer lo que haga
falta para que su voz sea escuchada. Es mucha gente.
Es una cifra que
ya conocíamos. Pero resulta que “el pueblo” que no participa de esta
manifestación es por el momento más numeroso a pesar de sus balcones
silenciosos. 7 de cada 10 catalanes, muy respetablemente, ejercieron su
derecho al pasotismo. No sabemos si son independentistas o todo lo
contrario.
Simplemente que no les apeteció contestar a la pregunta
formulada que ha sido objeto de tertulias, publirreportajes, jornadas
históricas, porcelanas a punto de romperse y un tam-tam del que era
imposible abstraerse.
1.900.000 catalanes independentistas fueron el 9N a expresar su
opinión. Se inscribieron, votaron y al día siguiente están contados:
1.900.000 Si-Si. Son muchos, indiscutiblemente, pero no es un resultado
mayoritario que exprese un sentir generalizado, en especial si
observamos el recuento en el cinturón industrial del país y en
Barcelona. (...)
Hoy la imagen que podemos retener es la de Oriol Junqueras contando
papeletas en una mesa. El objetivo principal de la militancia
independentista se ha conseguido: votar y expresar su opinión. En este
sentido la tensión social se descomprime, y dependerá de los planes de
la Generalidad el seguir alimentando la tensión independentista.
Esperemos que recuerde la veu del poble: 7 de cada 10." (Andrea Levy, Jueves, Crónica Global, 13 de noviembre de 2014)
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