"Los 10.000 habitantes que conforman el Valle de Arán no quieren dejar
de ser catalanes, pero tampoco dejar de ser españoles. Su deseo es
poder seguir compartiendo vínculos con Cataluña y el resto de España sin
que nada se rompa.
Sin embargo, y como informa Enric González en El Mundo,
los araneses se ven irremediablemente implicados en el conflicto
secesionista dada su situación geográfica y económica: El 70% de la
comunidad aranesa vive principalmente del turismo, tiene una renta per
cápita más elevada que la media catalana y su tasa de desempleo no
supera el 10% de la población activa.
Además, su sistema educativo es plurilingüe (aranés, catalán,
castellano, francés e inglés). Totalmente distinto al modelo de
inmersión lingüístico impuesto en el resto de la comunidad catalana. Por
estas razones y por otras, los araneses quieren evitar a toda costa
enfrentamientos con los gobiernos de Rajoy y Mas.
Cuando son preguntados sobre su sentimiento identitario, la mayoría
de habitantes del Valle de Arán contestan que se sienten araneses antes
que catalanes.
Xavier Porcino, uno de los fundadores de la ANC en la zona, admite
que sus conciudadanos no están a favor de la independencia de Cataluña y
vería en un 30% de participación de araneses en la consulta
secesionista un buen resultado: “Esperamos que en la consulta simbólica
del 9 de noviembre participe el 30% del censo”.
La hostelera María del Mar Fernández Aunós, del hostal Casa Perú, es
una de las voces de los sectores empresariales relacionados con el
turismo que más se opone a la independencia. Aunós explica que la
independencia no les conviene porque resultaría una opción muy
perjudicial para sus negocios: “No queremos la independencia, nos haría
mucho daño”.
En la misma línea, Javier Rivas, informático y uno de los principales
fundadores de Sociedad Civil Aranesa - variante de Sociedad Civil
Catalana en la comunidad aranesa - afirma que la independencia
significaría volver a la pobreza: “La autonomía dentro de Cataluña no
nos ha ido nada mal, pero ahora se nos propone volver al aislamiento y
la pobreza. ¿Cómo va a interesarnos la independencia?”.
¿Anexión con Aragón?
Rivas prosigue que en caso hipotético de secesión, a El Valle de Arán
le convendría -dada su elevada renta per cápita- celebrar su “propio
referéndum para depender de Aragón, como durante muchos siglos, o
acomodarnos como sea, pero quedándonos en España”.
Una opción que no resulta descabellada por parte de muchos sectores
empresariales que saben que formando parte de una Cataluña
independiente, con mucha probabilidad, les tocaría pagar a Barcelona más
de lo que reciben.
González concluye su crónica en El Mundo afirmando que la
idea de romper con España no es mayoritaria. Sin embargo, el periodista
advierte de que el Consejo General, formado por una mayoría de
Convergència y de la oposición de Unidad de Arán, vinculada al PSC, ha
pactado descartar la opción de separarse de Cataluña, “pase lo que
pase”. (Crónica Global, 03/11/2014)
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