"El periódico trae la singular noticia
de que los nacionalistas catalanes reclaman ahora el concierto
económico, y que ésta es una vía posible de negociación con el gobierno.
Realmente es una noticia singular por varios motivos.
Lo de menos es
que suponga el abandono de las venerables posiciones de Convergencia
sobre el asunto: es bien sabido que durante la transición los
nacionalistas preferían otros sistemas de financiación. Y lo preferían,
claro y catalán, porque esperaban obtener más dinero. La sentencia de la
historia parece que ha dictaminado que calcularon mal.
Fuera cual fuese el móvil, se trató de una decisión obligada porque, según todas las opiniones que conozco, el concierto es incompatible con una región que aporta al Estado casi el 20% del PIB. Pero es que además el concierto económico, también vasco, tiene de algún modo los días contados.
La Unión Fiscal europea será lo que su nombre indica y
cualquiera tiene claro en estas circunstancias el sentido igualador del
eufemístico verbo armonizar. Aunque no ignoro, desde luego, que al ritmo europeo los días contados pueden convertirse en siglos. (...)" (Arcadi Espada, 28/03/2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario