11/3/14

¿Y si una Cataluña independiente no deja usar el ferrocarril para la exportación de las naranjas valencianas?

"(...) Pero repasando algunas de las afirmaciones realizadas por el nacionalismo en el pasado reciente, he constatado que hay todavía una que a mi conocimiento no ha recibido una respuesta apropiada o cuando menos no ha sido rebatida.

 Perdonen si me equivoco. Inicialmente, fue planteada por el profesor Xavier Sala i Martín y repetida hace un par de meses por Josep Lluís Carod-Rovira: debido a su situación geográfica, una parte importante del transporte de mercancías desde España hacia el exterior pasa por Cataluña, por lo que España debería ser la primera interesada en que Cataluña no quedase fuera de la UE. 

En el fondo lo que se insinúa es que Cataluña podría impedir o dificultar (por ejemplo, a través de la imposición de aranceles) la exportación de mercancías españolas hacia el exterior, incluido hacia el resto de la propia UE.

Como dije anteriormente, esta afirmación pertenece a la categoría de las medias verdades. Efectivamente, es verdad que una Cataluña independiente podría prohibir el paso de exportaciones españolas hacia el exterior, incluida la UE, o imponer trabas a las mismas (tales como aranceles, licencias, cuotas, etc.) que las hicieran más onerosas. El problema son las más que probables consecuencias que se derivarían de adoptar una política de tales características.

Aparte del reconocimiento internacional y su ingreso en la ONU (objetivos de orden político para asegurar su propia existencia como Estado independiente, que solo serían posibles con una secesión acordada con el resto de España), el primer objetivo de orden económico de una Cataluña independiente para "normalizar" su situación debería ser acceder a la OMC (Organización Mundial de Comercio) y, accesoriamente, a la OMA (Organización Mundial de Aduanas) dada la importancia de las exportaciones en la economía catalana. 

Primero de todo, para conseguir la cláusula MFN (Nación Más Favorecida) para sus exportaciones a terceros países y evitar, así, la imposición de aranceles prohibitivos a las mismas; y, segundo, como paso necesario para poder negociar y firmar un Acuerdo de Asociación con la UE, con el fin de poder tener acceso al Mercado Único Europeo y como antesala a su ingreso en la UE. 

 El único problema es que uno de los pilares fundamentales de la OMC es, precisamente, la "libertad de tránsito" de mercancías en el marco del comercio internacional (por ejemplo, desde Portugal a Francia, "en tránsito" por España) que proscribe la imposición de cualquier tipo de impedimento a las mercancías en tránsito salvo aquellos encaminados a evitar el tráfico ilegal de las mismas (fraude, tráfico de armas, tráfico de drogas, etc.).

Pero aún hay más. En caso de que una Cataluña independiente introdujera este tipo de medidas a las exportaciones españolas al exterior en tránsito por su territorio, la UE podría introducir a su vez medidas de represalia tales como aranceles (incluso prohibitivos) a las exportaciones catalanas hacia o en tránsito por la UE, y en un caso extremo hasta sanciones económicas, pues las mercancías españolas son mercancías de la propia UE. En definitiva, un muy mal augurio para el ingreso de Cataluña en la UE y un desastre para la economía catalana debido a su dependencia de las exportaciones.

Que semejante afirmación la haga alguien que no es especialista en la materia como Carod-Rovira tiene un pase, pero que la haga un economista de la Universidad de Columbia me entristece."              (Víctor Andrés Maldonado, Crónica Global, Martes, 11 de marzo de 2014)

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