"La autonomía
gobernada por Artur Mas es la que registra mayores ventas de bienes a
otras regiones (casi 44.000 millones) y que logra un mejor saldo
interior (18.800 millones).
Recientemente,
el líder de Esquerra Republicana de Catalunya, Oriol Junqueras, volvió a
amenazar con «parar la economía» de la autonomía, especulando con qué
pasaría sobre la economía española, como ya hizo en noviembre.
Es sólo
un ejercicio teórico, pero a muchos empresarios catalanes no les gusta
nada este planteamiento.
Entre otros motivos, porque Cataluña logra el grueso de su superávit
comercial con unas ventas de 43.900 millones al resto de las regiones en
un año, de acuerdo con los datos del último informe del comercio
interregional, elaborado por el Centro de Predicción Económica
(Ceprede).
En cambio, las importaciones desde otras regiones sólo
suponen 25.100 millones.
Carlos Llano, uno de los autores del estudio advierte de que «estas
cifras sólo tienen en cuenta el tráfico de mercancías, por lo que dejan
al margen buena parte de la actividad económica, referida a los
servicios».
Un nutrido grupo de organismos, entre los que se encuadran el Instituto
de Estudios Económicos (IEE), y un conjunto de economistas vinculado a
la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) apuntan que las
ventas de una eventual Cataluña independiente se reducirían
alarmantemente, debido a la creación de un efecto frontera y diferentes
regulaciones.
El IEE apuntaba a una caída de las ventas del 50%, «sin tener en cuenta
un posible boicot», mientras que José Vicente Rodríguez, de la
Universidad de Edimburgo, publicó un estudio para Fedea en el que
alertaba de un desplome del comercio del 80%.
Pero también
podrían tener problemas las empresas de infraestructuras (Abertis, con
una gran parte de sus encargos en España) y el sector energético (con
Gas Natural a la cabeza), del que el 57,8% de los 9.400 millones que
produce proviene del resto de España, de acuerdo con los datos del
Institut d’Estadística de Catalunya.
Además, hay otros fuertes grupos industriales, creados en Cataluña o
instalados allí.
Entre la industria destacan las plantas de Seat y
Nissan en el sector automovilístico (con un volumen casi 13.000 millones
de euros entre las dos), la industria alimentaria, los
electrodomésticos, la química, los bienes de equipo, la minería, el
sector textil y la elaboración de materiales plásticos.
En la alimentación, despuntan grupos como Guissona, Carguill, Danone,
Miquel Alimentaciò, Nestlé, Casa Tarradellas, la cervecería Damm, San
Miguel o Panrico, entre muchas otras. Un conjunto de empresas que
registra unas ventas de más de 4.000 millones de euros al año al resto
de España.
El siguiente punto crítico es la industria química, con empresas como
Basf, Ercross y Quimidroga.
Este sector obtiene 3.900 millones al año
del resto de las regiones españolas y está muy relacionado con un
potente sector farmacéutico, con empresas como la suiza Novartis, la
alemana Bayer, Almirall y la empresa de hemoderivados Grifols.
En los sectores de bienes de equipo y productos metálicos, que facturan
13.200 millones de euros en conjunto, se incluyen empresas como Celsa,
(bienes de equipo y acero), La Farga (elaboración de cobre), Benteler
(maquinaria agrícola), General Cable (cables) o la empresa de ingeniería
Comsa. También está muy relacionada la fabricante de productos
electrónicos Schneider.
Finalmente, una buena parte de productos de consumo habituales en el
resto de España provienen de Cataluña. Son los casos de las empresa de
perfumes Puig, Ausonia, Euromadi (una compañías de compras para grupos
de distribución) y la filial de SCA, centrada en la higiene personal
(con marcas como Colhogar o Tena).
Además, el 61,9% de las exportaciones catalanas a otros países (es
decir, 36.500 millones de euros al año de unas ventas al exterior de
58.900 millones) se dirigen a Europa.
Un
hipotético escenario de independencia costaría la salida de la Unión
Europea, como han señalado en numerosas ocasiones las autoridades
comunitarias. Cataluña podría firmar un convenio comercial con la UE,
con el que se podrían rebajar los aranceles, pero nada garantiza que
afecte a todas las industrias, ni que se aplique de forma inmediata.
Por ejemplo, el grupo de trabajo para el acuerdo de libre comercio entre
Europa y Estados Unidos se constituyó en 2011, y el pacto no entrará en
vigor hasta seguramente la próxima década, y muy probablemente
excluyendo la agricultura.
Y este es el otro punto: aunque la Unión Europea aceptase actualmente
región con mayor PIB de España, otros mercados podrían retrasarse más.
Es el caso de los propios Estados Unidos, con los que el tratado europeo
ya se demora, de países latinoamericanos o asiáticos, que son los que
en los últimos años han tirado con más fuerza del sector exportador pero
que a veces retrasan la apertura comercial a otros países si la
contrapartida no es entrar a un gran mercado.
Ninguna otra comunidad autónoma tiene una dependencia tan alta de las
ventas hacia el resto de España.
De hecho, Galicia, la segunda región
por saldo comercial con el resto de España, apenas obtiene un saldo
positivo de 6.300 millones, una tercera parte del saldo de la balanza
catalana.
A esto hay que sumar los posibles problemas de bancos con sede en
Cataluña.
De acuerdo con el Banco de España, estas entidades se tendrían
que trasladar a territorios de la eurozona para contar con la
financiación del BCE. Se trata de grandes entidades, como CaixaBank o
Sabadell que, además, obtienen gran parte de sus ingresos en el mercado
español. CaixaBank es la primera entidad en depósitos de clientes, con
una cuota del 14,8% en España." (Expansión, 02/02/2014)
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