"(...) Pese a lo bonita que puede resultar la celebración, no hay un hilo
conductor que una aquel pasado de 1714 con el presente, como si la
historia de España de los siglos XVIII, XIX y XX hubiera sido una lucha
continua de España contra Cataluña y del “pueblo” catalán contra España
para mantener sus libertades.
La historia proporciona abundantes ejemplos de lo contrario y si
ampliamos el enfoque a una historia social, y no solo política e
institucional, donde los obreros y campesinos, clases trabajadoras en
general, se constituyen en el principal sujeto histórico, el objeto de
estudio “España contra Cataluña” constituye una clara simplificación.
Una historia que deje de concentrarse en las vidas y acciones de los
dirigentes y preste atención, por el contrario, a amplios segmentos de
la población y a las condiciones bajo las que vivían, que desplace el
foco de interés desde las élites a las vidas, actividades y experiencias
de la mayoría de la población, proporcionaría resultados distintos.
No
creo, por ejemplo, que la historia del anarquismo, tan presente en la
Cataluña contemporánea, sus conflictos, luchas de clases y violencia,
las ejecuciones en Montjuic, la organización de grupos de pistoleros por
parte de la patronal, el terrorismo anarquista o el anticlericalismo,
pueda interpretarse como una historia de España contra Cataluña. (...)
Promover una buena educación sobre la historia parece a muchos
irrelevante, pero, mientras tanto, las celebraciones oficiales siguen
alimentando relatos míticos, simplificados, para consumo popular, a
mayor gloria del poder.
Por eso solo generan polémicas y fuertes
disputas políticas y mediáticas los congresos de historiadores donde
está en juego un relato en el que el pasado se hace presente, aunque
solo en las partes que cumplen la función deseada. El resto de los
congresos, como sabemos muy bien los historiadores, pasan,
afortunadamente, visto lo visto, desapercibidos." (
Julián Casanova
, El País,11 DIC 2013 )
No hay comentarios:
Publicar un comentario