"Como la cuestión es de relevancia, pues se trata de amplitud o de
estrechez de mente en relación a la historia de ETA, a la memoria, a la
paz y a lo que es preciso para consolidarla, en relación a las víctimas y
su dignidad, uno se pregunta qué significa la diferencia de valoración
de los vascos en relación a los españoles respecto de la decisión del
tribunal Constitucional negando la salida de la cárcel de Otegi.
Uno se pregunta si realmente esa diferencia se debe a una amplitud de miras o se debe a que el corazón, si no la mente, la tienen la mayoría de vascos todavía más cerca de los victimarios que de las víctimas. Uno se pregunta si esa amplitud de miras es tal, o más bien un querer cerrar el libro para no tener que pensar más en la historia de terror de ETA, para no dejarse incomodar por ese recuerdo.
Uno se pregunta si la
amplitud de miras es realmente amplitud de mente o esfuerzo por cerrar
la historia y no tener que preguntarse qué ha hecho cada uno a lo largo
de esta dramática historia de terror, dónde ha estado cada uno, qué ha
defendido y qué no, si ha pasado, si ha cerrado los ojos, si ha mirado a
otra parte.
Es normal que estemos satisfechos con lo nuestro, que nuestra tierra nos parezca la mejor del mundo, nuestra gastronomía inigualable, nuestras escuelas las mejores, nuestra universidad sin par, nuestro esfuerzo en investigación sobresaliente, nuestra filosofía en fútbol sin parangón.
Pero ¿quién se hace cargo de la historia de terror
de ETA? ¿Quién asume la responsabilidad de haber jaleado durante tanto
tiempo su ejercicio de la violencia terrorista, de haber justificado su
terror, de haber mirado a otra parte, de haber pensado y dicho que algo
habrían hecho las víctimas, de haber ocultado a éstas, de haberles
negado la visibilidad, de haber criticado todas las medidas que han
conducido a la derrota del terrorismo?
Ahora que tantos parabienes ha recibido Gesto por la Paz, ¿no nos vamos a acordar de que en muchas de sus acciones apenas se reunía gente suficiente para sostener la pancarta? ¿Acaso vamos a olvidar que cuando hemos salido en masa a la calle casi nunca ha sido para pedir la disolución de ETA como tal, sino para mostrar nuestra adhesión al partido convocante, a la institución convocante? ¿Dónde estaba la masa cuando la convocante era Gesto por la Paz?
Pero esa es nuestra historia. No es de nadie más. ETA nace en el seno de la sociedad vasca. Es la sociedad vasca la que le ofrece durante demasiado tiempo la campana de oxígeno de la legitimidad para seguir con su terror.
Y la que ahora, me parece, quiere cerrar la
historia cuanto antes, para no tener que preguntarse nada. Y además lo
quiere vender como amplitud de miras, diferenciándose de los otros, los
españoles tan mezquinos y estrechos ellos." (JOSEBA ARREGI, EL CORREO 15/06/13, en Fundación para la Libertad)
No hay comentarios:
Publicar un comentario