24/5/13

La Generalidad esconde los cálculos de la balanza fiscal de Cataluña menos favorables a los intereses de CiU

 "La presentación de esta balanza es una farsa.

 Editorial de El País, este lunes:

 Desde un enfoque inverso, pero igualmente perverso, para mejorar su posición negociadora en esta polémica, la Generalidad de Cataluña acaba de ofrecer unos resultados manipulados de la balanza fiscal, ahora sobre 2010: el saldo entre la aportación de Cataluña al conjunto y las transferencias e inversiones recibidas.

 Lo ha cifrado en 16.543 millones, el 8,5% del PIB catalán, equivalente a los 16.409 de 2009. Una cifra tan abultada ya ha recidivado las ruidosas protestas sobre el presunto “expolio fiscal” a que estarían sometidos los catalanes.

La presentación de esta balanza es una farsa. Solo ofrece los datos de dos sistemas, en lugar de los seis científicamente utilizables -y que se usaron en época de Pedro Solbes para confeccionar las balanzas sobre 2005-, que darían un promedio de déficit en torno al 5%, en vez del 8,5%. Y lo hace con la falaz excusa de que los datos secuestrados son “irrelevantes”.

 ¿Quiénes son Artur Mas y sus consejeros para juzgar lo que los catalanes, y todos los españoles, consideran relevante? ¿Y para impedirles el acceso a esos datos? Claro que antes de este secuestro se ha producido otro más completo: la negativa del Gobierno a publicar todas las balanzas fiscales, bajo el método de consenso académico con que se elaboraron tiempo atrás. Es una doble falta de transparencia que duplica la opacidad’.  (El País, 27/05/2013)


"Ciudadanos acusa a Mas-Colell de mentir en las balanzas fiscales (...)
 
Este viernes, en una rueda de prensa en el Parlamento autonómico, Jordi Cañas ha cargado duramente contra Mas-Colell, al que ha acusado de mentir, por esconder cálculos de las balanzas fiscales de Cataluña con la Administración General del Estado, dadas a conocer el pasado martes por el propio consejero desde la Consejería.

“Aquí el único expolio que hay es el expolio de la inteligencia”

El portavoz y diputado autonómico de la formación naranja ha señalado que esta “estrategia” de ocultación, puesta en práctica por CiU, solo “busca generar en la ciudadanía de Cataluña la sensación de maltrato y expolio” al dar a conocer “cifras parciales para apuntalar el relato del “España nos roba”". “Aquí el único expolio que hay es el expolio de la inteligencia”, ha añadido.

Cañas se ha preguntado, y respondido, si “¿es cierto que los catalanes aportamos más de 16.000 millones de euros, van a Madrid, y no vuelven? No, es rotundamente falso. [...] Solo es propaganda”; y ha indicado que los ciudadanos tienen “un gobierno mentiroso, moroso y manipulador”.

 “No es dinero de los catalanes que va y no vuelve”

En la cifra de 16.543 millones de euros, defendida por Mas-Coell como cantidad a contar como déficit fiscal con el resto de España, según ha señalado el diputado autonómico, la Generalidad ha imputado unos 10.000 millones de euros que corresponden a la parte del dinero que el Gobierno ha tenido que pedir prestado al extranjero para, entre otras cosas, “pagar los bonos patrióticos de la Generalidad”, hacer frente a la deuda de la Administración autonómica y las ayudas a los bancos -como CatalunyaCaixa-; “es decir, no es dinero de los catalanes que va y no vuelve”.   (lavozdebarcelona.com, 24/05/2013)

"El maquillaje de la balanza fiscal de Cataluña.

 Convivencia Cívica Catalana (CCC) ha presentado un informe en el que asegura que el déficit catalán en 2010 fue de 774 millones de euros, y no la horquilla de 11.258 a 16.543 millones que hizo pública el martes el consejero Andreu Mas-Colell, unos datos que en opinión de la entidad el Govern "infló".

En concreto, Convivencia Cívica Catalana denuncia que de los 16.543 millones de supuesto déficit fiscal de Cataluña mencionado por Mas-Colell, 10.708 millones, es decir, dos terceras partes, son totalmente ficticios, no han sido pagados por ningún catalán y son producto de un artificio contable denominado “neutralización”.

De los restantes 5.835 millones, más de 5.000 son también producto de un cálculo desviado basado fundamentalmente en imputaciones distorsionadas, es decir, en contabilizar impuestos pagados por ciudadanos no catalanes como si hubiesen sido pagados por catalanes y en no contabilizar gastos reales del Estado en Cataluña.

El mismo documento del gobierno catalán reconoce literalmente, a modo de ejemplo, que “el IVA pagado por un ciudadano de Oviedo a un comercio de Mataró se imputa a Cataluña”. Se aduce que “en Cataluña es donde se localiza el objeto de imposición.” Es decir, el gobierno catalán suma a los impuestos pagados por los catalanes impuestos no pagados en realidad por catalanes, sino por otros españoles.

En realidad, si se elimina el efecto de los impuestos ficticios y las imputaciones distorsionadas, el déficit fiscal de Cataluña se quedó reducido en 2010 a sólo 774 millones de euros (apenas 100 euros por catalán) según el método de “carga-beneficio”, el más común. Y esa cifra sigue estando distorsionada hacia arriba ya que incluye, entre otros, flujos fiscales negativos con Bruselas y no con Madrid.

Esos 774 millones de déficit fiscal serían en todo caso muy inferiores a los más de 21.000 millones de superávit comercial, una cantidad 30 veces superior, de la que se benefició Cataluña con el resto de España en ese mismo año.

Por otra parte, el consejero catalán de Economía ocultó en su presentación 2 de los 4 resultados de balanzas fiscales de Cataluña. Como tampoco mostró las sub-balanzas fiscales de la Seguridad Social, que eran precisamente de superávit fiscal, es decir, positivas para Cataluña. Convivencia Cívica Catalana presenta en este informe todos los datos no mostrados por el Consejero catalán de Economía.

Una vez más Convivencia Cívica Catalana lamenta la falta de honestidad y de transparencia del gobierno catalán, transmitiendo a la opinión pública catalana unos datos claramente inflados.

La entidad cívica considera que las balanzas fiscales que periódicamente presenta el gobierno catalán carecen de un sentido económico razonable y sólo son herramientas políticas para intentar crear resentimiento contra el resto de España entre la opinión pública catalana."        (LavozLibre, 24/05/2013)


 "La Generalitat carga a su favor la balanza fiscal con la Administración central.

Las balanzas fiscales publicadas el martes por la Generalitat encendieron de nuevo el debate sobre lo que aporta y deja de recibir Cataluña en el conjunto del Estado. El Ejecutivo de Artur Mas decidió sacar a relucir su estimación del déficit fiscal para 2010, de 16.543 millones de euros, en plena batalla autonómica por el objetivo de déficit de este año.

Al contrario de lo que sucedía cuando se encargaba a un grupo de expertos cuando Antoni Castells era consejero de Economía, el informe de Mas solo expone los dos resultados que más benefician a la Generalitat, pero obvia los cuatro restantes. Todos arrojan déficit fiscal para la Generalitat respecto a la Administración central, pero la horquilla varía. Sin neutralizar los resultados —es decir, sin tener en cuenta el efecto crisis—,el déficit se sitúa entre 774 y 5.835 millones de euros.

La Generalitat no esperó a la presentación de los Presupuestos en el Parlament y dio el martes sus resultados de las balanzas fiscales, a los que se llega mediante el método del flujo monetario, que sirve para ver el impacto del gasto del Estado en el crecimiento, y el de carga-beneficio, que trata de medir sus efectos redistributivos.

 El primero arroja un saldo negativo de 16.543 millones, equivalentes al 8,5% del PIB; y el segundo, de 11.258 millones, el 5,8% del PIB. Para obtener esos resultados, la Generalitat neutraliza el resultado, es decir, formula la hipótesis de que el Estado cerró el año con unas cuentas equilibradas (en 2010 el déficit fue del 9,3% del PIB). Y además, llega a ese déficit cero por la vía de los ingresos, esto es, imaginando que el Estado ingresó tanto como gastó y luego repartiéndolo según la aportación de cada comunidad.

Los datos que ofrecen los informes permiten completar la serie con los resultados obviados. Sin neutralizar, es decir, si no se tiene en cuenta el efecto crisis, Cataluña tuvo un déficit fiscal de 774 millones (el 0,4% del PIB) según el método del flujo beneficio y 5.835 millones (3% del PIB) de acuerdo con el flujo monetario, según cálculos de este diario avalados por expertos consultados.

Si en lugar de neutralizar a través de los ingresos la Generalitat hubiera decidido hacerlo mediante el gasto, los saldos serían de entre 9.295 millones por el método del beneficio (4,8% del PIB) y 13.692 millones por el flujo monetario (7% del PIB).

 Los saldos fiscales
  • Flujo monetario sin neutralizar: -5.835 millones (-3% del PIB)
  • Flujo monetario neutralizado (ingresos): -16.543 millones (-8,5% del PIB).
  • Flujo monetario neutralizado (gastos): -13.692 millones (-7% del PIB)
  • Flujo del beneficio sin neutralizar: -774 millones (-0,4% del PIB)
  • Flujo del beneficio neutralizado (ingresos): -11.258 millones (-5,8% del PIB)
  • Flujo del beneficio neutralizado (gastos): -9.295 millones (-4,8% del PIB)
 El consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, afirmó que la Generalitat no incorpora los resultados sin neutralizar porque estos son “irrelevantes”. El Ejecutivo catalán, además, recuerda que en el último informe del tripartito ya se neutralizaba por la vía de los ingresos, aunque abre esa posibilidad abre al debate entre expertos.

 El grupo que elaboró las balanzas fiscales entre 2002 y 2005 decía que “los verdaderos saldos fiscales” se obtienen de la diferencia entre ingresos y gastos, “sin hacer ningún ajuste”. Sin embargo, señalaba que era necesario realizar esa operación para que los saldos entre comunidades resultaran en una suma cero.

La profesora de Hacienda Pública de la Universidad de Barcelona (UB) Marta Espasa defiende que la mayoría de los países que calculan sus balanzas fiscales emplean el método del flujo monetario, aunque considera que los dos sistemas son complementarios. Sin embargo, sí considera que los resultados deben ser neutralizados. “En un ejercicio con un déficit muy elevado podría darse la circunstancia de que todas las comunidades tuvieran superávit fiscal”, afirma Espasa.

 También Ángel de la Fuente, investigador del Instituto de Análisis Económico (CSIC), considera que los resultados deben ser neutralizados. Sin embargo, afirma que no está de acuerdo con la metodología empleada por la Generalitat y señala que la vía para calcular las balanzas debe ser la de carga-beneficio. “No acepto que sean un instrumento de agitación”, sostiene De la Fuente, quien asegura que los resultados deben valorarse de acuerdo con el nivel de renta de los ciudadanos de cada territorio.

En cambio, el profesor de la Universidad Complutense Javier Loscos sostiene que las balanzas no deberían ser neutralizadas porque interesa más “conocer el flujo real que el teórico”. “El método del flujo monetario nos debe decir si la actuación del Gobierno está estimulando o frenando la economía de un territorio”, recuerda Loscos, quien critica que la Generalitat no ponga encima de la mesa todas las cifras de las balanzas fiscales.

 Ayer a primera hora de la mañana, Convergència calentaba motores. En Twitter, la formación sostuvo que “no hay ningún territorio en el resto del Estado que sufra el déficit fiscal de Cataluña”, cuando las balanzas elaboradas con datos de 2005 por el Ministerio de Hacienda arrojaban que al menos Baleares tienen un saldo todavía más negativo.

Ayer en el Parlament, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, arremetió contra el sistema de financiación vigente, que acordó el tripartito con el Gobierno del PSOE, no logró su objetivo de reducir el déficit fiscal catalán. Lo dijo en respuesta al líder de CiU en el Parlamento, Jordi Turull. “El problema de verdad está en este déficit fiscal, y desgraciadamente es estructural”, aseguró Mas en referencia a que ese se mantiene por encima del 8% de acuerdo con el método del flujo monetario sin neutralizar."     (El País, 22/05/2013)


 "Nuevo ejercicio propagandístico de la Generalidad.

(...) A pesar de que existen cuatro métodos habitualmente utilizados por los expertos para calcular el saldo fiscal entre un territorio y una administración pública, Mas-Colell solo ha hecho públicos los resultados dos de ellos, que casualmente son los más favorables al mensaje político que defiende CiU, en el sentido de trasladar la existencia de un supuesto maltrato fiscal a Cataluña por parte del Gobierno.

Tanto el consejero, durante su presentación ante los medios de comunicación, como los documentos que ha emitido el departamento que dirige (el informe completo, de 61 páginas; un resumen de 14 páginas; y una presentación gráfica, también de 14 páginas) han evitado en todo momento indicar los resultados que ofrece la balanza fiscal por los dos métodos restantes, cuyos datos difieren sustancialmente de los presentados.

El método más ajustado a la realidad ofrece un déficit fiscal del 0,4% del PIB

Así, según el método de la carga-beneficio (o flujo del beneficio) sin neutralizar, el déficit fiscal de Cataluña en 2010 fue de 774 millones de euros (un 0,4% del PIB). Mientras que por el método del flujo monetario sin neutralizar, el déficit fiscal alcanzó los 5.835 millones de euros (un 3% del PIB). Unas cifras que no ha ofrecido el consejero y que solo es posible calcular recogiendo datos sueltos plasmados en mitad del informe.

En cambio, Mas-Colell sí ha ofrecido las conclusiones a las que se llega por los otros dos métodos. En concreto, ha destacado que por el método de la carga-beneficio neutralizado el déficit fiscal de Cataluña en 2010 fue de 11.258 millones de euros (un 5,8% del PIB). Mientras que por el método del flujo monetario neutralizado el déficit fiscal ascendió a 16.543 millones de euros (un 8,5% del PIB).

Tras insistir reiteradamente en que esta última es la cifra que la Generalidad considera más válida, el consejero ha conseguido su propósito, y los principales medios de comunicación solo han destacado este último dato en sus portadas.

La diferencia entre los dos métodos principales de cálculo

La principal diferencia entre los dos métodos principales para calcular la balanza fiscal (esto es, el saldo entre lo que se recauda en impuestos en un territorio y lo que las administraciones invierten o gastan en esa misma zona) estriba en la imputación de los gastos e inversiones.

El método de la carga-beneficio considera como gastos del territorio todos los que generan algún tipo de beneficio directo a dicha región, independientemente de que se hayan efectuado allí. De tal forma que, por este sistema se considera un beneficio para Cataluña, por ejemplo, una parte de los gastos en defensa o en política exterior.

El método del flujo monetario solo contabiliza como gastos del territorio aquellos que han sido efectuados materialmente en él. Este sistema puede dar lugar a resultados absurdos, como por ejemplo, imputar el coste del AVE Barcelona-Madrid (más de 7.000 millones de euros para construirlo y entre 30.000 y 200.000 euros por kilómetro y año para mantenerlo) como si fuera una inversión repartida de forma proporcional a las CCAA por donde transcurre la línea.

 Es decir, un 10% a Madrid, un 20% a Castilla-La Mancha, un 30% a Cataluña y un 40% a Aragón, cuando la lógica económica dice que las principales CCAA beneficiadas por esta infraestructura son, de forma muy destacada, la Comunidad de Madrid y Cataluña.

La neutralización

Sin embargo, la mayor diferencia entre los resultados que ofrecen los distintos cálculos de la balanza fiscal de Cataluña en 2010 estriba en aplicar o no lo que se conoce como neutralización. La neutralización consiste en ajustar los datos reales a una hipotética situación en la que las administraciones no tuviesen déficit.

Los defensores de aplicar la neutralización -en este caso, por ejemplo, el consejero Mas-Colell- argumentan que, en una situación de déficit elevado, como viene ocurriendo los últimos años, ese déficit se cubre con emisiones de deuda, no con los ingresos por impuestos, que se utiliza para hacer frente a los gastos de las CCAA y hace que se reduzcan o desaparezcan los déficits fiscales interterritoriales que podría haber en caso de equilibro en las cuentas de la Administración General del Estado.

Según el método del flujo-monetario antes de neutralizar, el Gobierno recaudó en Cataluña 51.164 millones de euros en 2010 (un 19,35% del total recaudado a nivel nacional), y revirtió en forma de gastos e inversiones 45.329 millones. Esto supone el citado supuesto déficit fiscal de 5.835 millones de euros (3% del PIB).

¿Cómo se realiza la neutralización? Se toma el déficit en el que incurrió la Administración General del Estado ese año, que fue de 55.329 millones (cubierto mediante la emisión de deuda pública), y se considera que el 19,35% de ese déficit (esto es, el mismo porcentaje que suponen los ingresos por impuestos recaudados en Cataluña respecto a la recaudación total a nivel nacional) también son ‘ingresos detraídos de Cataluña’, pese a que en realidad no lo fueron, y se suman a los ingresos realmente obtenidos mediante impuestos.

Así, a los 51.164 millones de euros realmente recaudados en Cataluña, se le suman otros 10.708 millones que corresponden a la parte proporcional del déficit de la Administración General del Estado, y se llega a una cifra hipotética de 61.872 millones. 

De esta se restan los 45.329 euros de gastos e inversiones efectivamente realizados en Cataluña, y se alcanza el resultado final del déficit fiscal por el método del flujo monetario neutralizado: 16.543 millones.

Esa es la cifra que, según la Generalidad, corresponde a un dinero que “se va a Madrid y no vuelve”, cuando en realidad dos tercios de esa cantidad corresponden a emisiones de deuda de la Administración General del Estado que esta deberá devolver en el futuro incluyendo sus intereses. 

Una cifra de la que, además, no se han descontado los servicios comunes que suponen un beneficio para Cataluña (como defensa, política exterior, etcétera), que sí recoge el método de la carga-beneficio.
Mas-Colell también escondió datos el año pasado (...)"     (lavozdebarcelona.com, 22/05/2013)

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