"Laura Freixas, escritora y columnista en La Vanguardia, en un artículo publicado el pasado jueves:
‘[...] Yo no soy nacionalista. Considero que la injusticia cometida con Cataluña, si la hay, es mucho menos grave que las que sufren los pobres, los inmigrantes, las mujeres; y sospecho que en una Cataluña independiente seguirían mandando los de siempre: los varones de las famosas cien familias.
Claro está que todo esto se puede discutir. Pero racional y sosegadamente, por favor. En vez de eso, contemplo con horror cómo se agranda la llamada fractura social; cómo, en vez de intentar conciliar, negociar, matizar, unos y otros gritan: “¡A por ellos!”, calentando a los suyos con groseros eslóganes como “España nos roba” y burdas provocaciones como la de “españolizar a los niños catalanes”.
En Barcelona, si digo que quiero seguir siendo española, algunos me miran con incredulidad y asco -”¿Por qué alguien querría ser español?”-, como si hubiera dicho que quiero ser leprosa; en Madrid, oigo comparar a los catalanes independentistas con “ratas que abandonan el barco”, y presencio pequeñas venganzas aplicadas a algo tan inocente, me parece a mí, como un dentífrico (es decir, a los dueños y trabajadores, quién sabe de qué tendencia política, de la empresa que lo fabrica).
No quiero ser tremendista y ojalá me equivoque, pero ¿no era así como empezaban las guerras?’. (lavozdebarcelona.com, 19/03/2013)
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