"El documento, titulado La cuestión catalana, hoy, señala que la
renta caería de forma "descomunal", que las exportaciones a España se
desplomarían al menos un 50% y que el nuevo Estado no tendría acceso a
los mecanismos de financiación de la UE. (...)
Asimismo, prevé "serias dificultades" para constituirse en un Estado
propio porque su presupuesto inicial -estimado por el IEE en 48.000
millones de euros- en las actuales circunstancias de crisis le impediría
acudir a los mercados financieros internacionales.
Con respecto al mercado laboral, el catedrático de Fundamentos de
Análisis Económico de la Universidad Autónoma de Barcelona, Clemente
Polo, ha dicho que, con el supuesto de que las exportaciones a España se
redujesen un 50%, el empleo caería aproximadamente un 25% en el sector
primario y en los sectores industriales, y un 20% en el sector
servicios.
Si bien el documento no ha cuantificado los daños que la hipotética
secesión catalana implicaría para el resto de España, el presidente del
IEE ha expuesto que los costes serían "muy elevados" y las consecuencias
"espantosas", aunque no tan graves como para Cataluña, dado que, ha
dicho, "hay que pensar que habría ayudas del resto de Europa".
Sobre la situación en que quedaría Cataluña en el ámbito
internacional, el informe señala que "no hay duda" de que en caso de
declararse independiente la salida de la Unión Europea y la eurozona
sería "inmediata", puesto que no es firmante de los tratados.
En ese escenario, Cataluña tardaría entre cinco y ocho años en formar
parte de la UE en el caso de que llegase a un acuerdo sobre la secesión
con España y estaría al menos 30 años sin regresar si proclamase de
manera unilateral su independencia, según ha explicado el catedrático
Donato Fernández.
La situación tendría graves implicaciones no sólo sobre la caída de
las exportaciones a España y al resto del mundo, "que podrían registrar
caídas significativas durante varios quinquenios en el escenario más
optimista", sino también para las entidades financieras y la obtención
de crédito, según el informe.
La pretensión de mantener el euro como unidad de cuenta, medio de
cambio y depósito de valor plantearía problemas sobre todo a las
entidades financieras con domicilio fiscal en Cataluña, que deberían
cambiar su domicilio para no quedar excluidas del sistema del Sistema
Europeo de Bancos Centrales.
Según ha explicado el presidente de la IEE, en esa situación los
bancos catalanes "pasarían a ser extranjeros" y el Estado catalán no
tendría acceso a todas las ayudas financieras que se han creado en la UE
para sobrevivir a la crisis, y gracias a las cuales, ha dicho, "los
problemas españoles no son ni la décima parte de los que serían sin el
eurosistema".
"Una Cataluña independiente no podría aguantar con el euro y se vería
obligada a crear una moneda nacional", ha pronosticado Feito, quien ha
augurado además numerosos problemas a los ciudadanos que, en esa
situación, tuviesen que pagar sus deudas en euros.
Asimismo, el catedrático Clemente Polo ha asegurado que Cataluña no
está en condiciones de hacerse cargo de su deuda pública en este momento
ni obtendría liquidez para ello.
Durante la presentación del informe, el director general del IEE ha
incidido en que la economía catalana no puede explicarse hoy sin "la
relación privilegiada" que ha mantenido históricamente con el resto de
España, y ha insistido en que en una supuesta secesión tendría mucho que
perder, como sucedió en casos similares como el de Chequia y
Eslovaquia.
En ese sentido, Feito ha mantenido que "los costes de la secesión
serían mucho mayores de todo lo que se está barajando hoy en día" y, ha
insistido, quien "busca la secesión no sabe lo que hace porque no sabe
lo que deshace". (Expansión, 22/11/2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario