"Mas debe plantearse el escenario de una independencia sin consenso en España.
Dicho proyecto ignora las consecuencias internacionales de una
independencia contra la voluntad del estado, y esto supone una falta de
previsión notable por parte de sus líderes.
Se habla mucho sobre si una
Cataluña independiente estaría dentro o fuera de la Unión Europea,
mientras que no se considera el paso previo para cualquier nuevo estado
en la comunidad internacional: el reconocimiento.
En Derecho Internacional, el reconocimiento es un acto unilateral que
realiza libremente un país por el cual acepta la creación de otro a
partir de entidades diversas (un pueblo colonial, un estado que se
divide, varios que se fusionan, etc.).
Tal reconocimiento es
impresicindible porque únicamente la entidad con una aceptación
suficiente podrá participar en relaciones multilaterales, y acceder a
organizaciones como la UE, Naciones Unidas, la OMC o el Consejo de
Europa. (...)
Los estados se definen por tres elementos constitutivos: territorio,
población y gobierno propio. Pero si, además, no cuentan con
reconocimientos bastantes, estarán incapacitados para llevar a cabo una
vida internacional en consecuencia.
Pensemos en el caso de Taiwan, que
cumple los tres primeros rasgos, pero disfruta de un reconocimiento muy
limitado porque la mayoría de los estados entiende que es un país de
origen artificioso que eventualmente terminará formando parte de China. (...)
Aquí hay que diferenciar varias situaciones. Existen nuevas
entidades que han recibido un número muy pequeño de reconocimientos,
como por ejemplo Osetia del Sur, que declaró su independencia de Georgia
en el verano de 2008.
En un escalón superior, aunque Taiwan mantiene
relaciones diplomáticas con una veintena de estados, casi ninguno tiene
una auténtica relevancia internacional.
Subiendo un peldaño más, Kosovo cuenta con el reconocimiento de la
mitad de los miembros de Naciones Unidas, pero esto tampoco le permite
mantener unas relaciones normales. (...)
Sin embargo, años después, importantes actores como Brasil, China,
India, México, Rusia, además de España y otros miembros de la UE,
estiman que esa nueva entidad no debe ser considerada como independiente
sino como parte de Serbia.
En la zona superior de la escala, el rápido
reconocimiento de nuevos candidatos permite su entrada en las
instituciones internacionales, como ocurrió con Timor-Leste (miembro de
Naciones Unidas desde 2002), Montenegro (2006) o Sudán del Sur (2011). (...)
Situaciones diferentes existen cuando los estados deciden reconocer
entidades que no cuentan con los tres elementos constitutivos, como la
República Árabe Saharaui Democrática o Palestina, con el fin de
manifestar su apoyo político. (...)
La exigencia de reconocimiento aquí descrita deja sin duda varias
cuestiones abiertas para los defensores de una Cataluña independiente.
Estas preguntas no son fruto de una toma de posición, sino que vienen
dadas por la experiencia histórica, los imperativos del Derecho
Internacional y la necesidad de la prospectiva.
Desde luego, Artur Mas
favorece la via unilateral y debería plantearse los escenarios de futuro
que abre esa exclusión del consenso en España. ¿Qué estados europeos
reconocerían una independencia definida unilateralmente? ¿Cabe pensar en
una situación de división en el seno de la UE como sucede con Kosovo?
Fuera de Europa, ¿en qué países del mundo se apoyaría el movimiento
independentista para buscar los primeros reconocimientos? ¿Debe Artur
Mas comenzar una campaña internacional en este sentido? ¿Se ha planeado
qué hacer si no se obtienen los reconocimientos suficientes para entrar
en la UE y en la ONU? ¿Qué futuro espera a los ciudadanos de esa
Cataluña independiente al margen de las instituciones internacionales?" (
Martín Ortega Carcelén
, El País, 23 NOV 2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario