11/5/11

Umberto Bossi o el odio al diferente... "Su racismo de taberna puso primero en el punto de mira al terrone, al paleto meridional, a los albaneses"

"En realidad, la exclusiva de las señas de identidad modernas, o mejor dicho posmodernas, de la derecha extrema la tiene desde hace 25 años la Liga Norte.

Paradójicamente, los señores del Carroccio afirman que quieren ser como los catalanes, aspiran a la secesión de la inexistente Padania y combaten por una república federal similar a la de Estados Unidos.

Bajo esos latidos de supuesta sensatez, su aliento reformista y su fuerte ideología territorial, identitaria y cristiana, las huestes verdes de Umberto Bossi -todavía activo y al frente pese al ictus sufrido hace unos años- han hecho del populismo, la demagogia, el antieuropeísmo y el odio al diferente una razón de Estado. (...)

Esos energúmenos que chillan "Roma ladrona", que piden ametrallar a los inmigrantes y que desertan de los festejos de la unidad italiana son el partido importante más antiguo (siempre en torno al 11% de los votos) de Italia. (...)

Sus grandes iniciativas de esta legislatura han sido la reforma federalista, actualmente en curso, y la Ley de Seguridad. Impulsada por Maroni, y aprobada en 2008, la norma concedió poderes especiales a los alcaldes y jefes de policía para mantener el decoro de las ciudades.

Eso legitimó una ofensiva étnica en toda regla. Al censo de la población romaní, menores incluidos, se sumaron desmantelamientos de chabolas sin alternativa de realojamiento, malos tratos, vejaciones policiales, reglas contra la mendicidad que contemplaban la tutela de los menores por parte del Estado, nula integración escolar...

La persecución de los gitanos y la lucha contra la inmigración clandestina forman un mismo bloque en el ideario de la Liga Norte.

"Su racismo de taberna puso primero en el punto de mira al terrone, al paleto meridional; luego, a los albaneses, los negros, los gitanos; finalmente, a los árabes", recuerda el cineasta y periodista Claudio Lazzaro, autor del documental Camisas verdes. (...)

Los desalojos de gitanos siguen a la orden del día en Milán, Florencia o Roma, y, a pesar de las condenas del Parlamento Europeo, han logrado su objetivo principal: echar del país a los gitanos, rumanos sobre todo.

Según estima Roberto Malini, director de la ONG EveryOne, de los 165.000 gitanos que había en Italia en 2008, "hoy no deben quedar más de 30.000, italianos incluidos". (El País, domingo, 01/05/2011, p. 4)

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