‘Así, CiU, ERC y PSC, los mismos filántropos sin fronteras que votaron el empadronamiento para todos en Madrid, exigen ahora papeles para nadie en Osona. Al tiempo, en la capital de Cataluña, entretienen su ocio tildando al alimón de xenófobo a ese aventajado discípulo de Marta Ferrusola que responde por Josep Anglada.

[…] Porque no fue el tosco Anglada sino el emérito Heribert Barrera quien depuso que «los negros de Estados Unidos tienen un coeficiente intelectual inferior al de los blancos», entre otras memorables perlas cultivadas. Como tampoco habría de ser un burdo charlatán de pueblo sino Jordi Pujol i Soley quien firmase el más célebre párrafo de «La inmigración, problema y esperanza para Cataluña». Aquél que, enfático, rezaba: «Ese hombre anárquico y humilde que hace centenares de años que pasa hambre y privaciones de todo tipo, cuya ignorancia natural le lleva a la miseria mental y espiritual y cuyo desarraigo de una comunidad segura de sí misma hace de él un ser insignificante, incapaz de dominio, de creación (…) si por la fuerza numérica pudiese llegar a dominar la demografía catalana sin antes haber superado su propia perplejidad, destruiría Cataluña». ¿Una temible amenaza el tal Anglada? No me hagan reír’." (lavozdebarcelona.com, 19/01/2010)