17/9/08

Caridad lingüística, la que faltaba ¡Te quito unos millones de hablantes, porque a ti te sobran, y a mi no me habla nadie!

Madrid, desde donde escribo esta carta en la lengua que he aprendido en la escuela y en la Universidad, y hecho mía en mis libros, este tema espinoso es mirado de lejos y deformado por los intereses locales. En calidad de valenciano nacido en una villa y una familia donde se habla el catalán, soy muy sensible al problema y naturalmente a favor de la pluralidad lingüística, y de la extensión de las lenguas en otro tiempo prohibidas. Pero a mi me han decepcionado la mayor parte de los argumentos negativos (incluso insultantes), adoptados por intelectuales de gran valor igualmente, opuestos a los autores del Manifiesto. Los cuales han sido acusados de “hacer política”, como si eso fuese vergonzoso para un ciudadano no elegido, de “exagerar” la fragilidad de una lengua hablada por cuatrocientos millones de personas repartidos por todo el continente, y , claro está, de hacer el juego a la extrema derecha.

Caridad. Toda presión en el ámbito del habla de la gente me parece odiosa, como lo sería amputar a una lengua “fuerte” de sus riquezas para dárselo a quien tiene “necesidad”, por un tipo de caridad verbal igualitaria. Entre todo lo que se ha leído y oído estos últimos meses, lo más sensato en mi opinión es lo dicho por el excelente poeta vasco y “euskaldun” (escribe en vascuence) Fermín Uribe, el cual, después de haber pedido que se respeten los derechos de los padres que prefieren educar a sus hijos en castellano, en Cataluña o el País Vasco, donde él mismo vive, afirmó: “Dejad las cuestiones lingüísticas fuera de la lucha partidaria”. (Vicente Molina Foix, escritor, el 13 de septiembre de 2008 en Liberation (según traducción de la web de Ciudadanos):

No hay comentarios: