“Numerosos empresarios del País Vasco están acudiendo estos días a las comisarías de la Ertzaintza, del Cuerpo Nacional de Policía y a los cuarteles de la Guardia Civil para dejar constancia de su condición de extorsionados por la banda terrorista ETA, aportando las pruebas fehacientes de esa extorsión, es decir, las cartas que obran en su poder y les han sido remitidas por la organización terrorista reclamando el pago del impuesto revolucionario.
De acuerdo con fuentes de toda solvencia relacionadas con la lucha antiterrorista en el País Vasco, la iniciativa está siendo secundada “en masa”, y es consecuencia de la oleada de preocupación desatada entre empresarios y profesionales liberales por la detención, el pasado 1 de julio, del empresario José Antonio Jainaga, consejero delegado del grupo siderúrgico Sidenor, quien fue arrestado por la Guardia Civil siguiendo órdenes del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.
“Muchos empresarios temen que pueda ocurrirles lo mismo que a Jainaga, y, aconsejados por sus abogados, están acudiendo a las comisarías a probar su condición de extorsionados por la banda, para evitar con ello verse un día sorprendidos por una nueva garzonada, es decir, que la Guardia Civil se presente un día en tu despacho a detenerte por haber pagado el impuesto revolucionario a ETA”, aseguran las fuentes. (…)
De acuerdo con las fuentes, en los últimos días se habrían recibido en comisarías de la Ertzaintza no menos de 16 de estas alegaciones por parte de otros tantos empresarios vascos, un número que se acercaría a la decena en las del Cuerpo Nacional de Policía, “y muchas menos ante la Guardia Civil, porque la Benemérita sigue imponiendo mucho respeto entre la gente, incluso a la hora de presentar una alegación como esta”. (EL CONFIDENCIAL, 10/7/2008. Fuente: Fundación para la libertad)
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