“Se puede achacar al Gobierno central, a pesar del ingente esfuerzo realizado, falta de medios y suficiente especialización en las tareas de rescate, hoy elementos indispensables para afrontar con garantías de éxito las secuelas de estos fenómenos, pero la delimitación de la frágil frontera que separa la simple fatalidad de la irresponsabilidad tiene un claro acento local. Cabe imaginar por ello que esta escandalosa situación vendrá a reforzar las políticas recentralizadoras que Pekín promueve en los últimos años, en un intento de atar en corto a unas autoridades locales que desoyen reiteradamente sus indicaciones (ya se hable de control de la polución o de moderar el crecimiento) y abusan de su poder, y que socialmente han convertido al lejano poder central en la última esperanza de obtener justicia.” (XULIO RÍOS: China: las otras réplicas del terremoto. El País, ed. Galicia, Opinión, 09/06/2008, p. 35)
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