27/5/08

"Había que mantener el tipo, porque la gente tenía miedo"

“El pueblo donde gobernó la muerte. Varios concejales de Andoain recuerdan los años de terror bajo el mandato de Barandarain y Ozaeta.

Es viernes. Doce de la mañana. Un enjambre de hombres aguarda en la puerta del bar Elizondo, frente al Ayuntamiento de Andoain. No es que el local esté lleno. Al contrario, hay dos hombres fuera por cada uno dentro: dos escoltas por cada concejal. Es la huella del terror. Presente en cada rincón de este pueblo, en cada rincón de la memoria de los amenazados. Como el socialista José Luis Vela. Él lo recuerda.

- Agur, ten cuidado.

- No. Cuídate tú, que van a ir a por ti antes que a por mí.

Fueron las últimas palabras que Vela escuchó de su amigo José Luis López de Lacalle, fundador del Foro Ermua. (…)

Con Barandiaran y Ozaeta en el poder llegaron los escoltas para todos, excepto para ellos y los del PNV, que no los necesitaban. "Dábamos miedo", recuerda Vela, ahora segundo teniente de alcalde. "La gente se cambiaba de acera cuando nos veía. Luego, te llamaban para pedirte perdón", añade. "A mí me decían que parecía que iba detenido", recuerda Estanis Amutxastegi, actual primer teniente de alcalde (PSE).

Ambos daban miedo porque los etarras y sus simpatizantes los querían muertos y porque durante los años en que Barandiaran gobernó el municipio se emplearon a fondo en que todo el mundo lo supiera, colocando dianas en las fachadas de sus casas, empapelando el pueblo con carteles que les llamaban "asesinos", "fascistas" y "enemigos del pueblo vasco", sentenciándoles de muerte en cada pared de Andoain (15.000 habitantes). (…)

A todos los concejales socialistas de Andoain les han quemado la casa alguna vez. Amutxastegi lo recuerda con pavor: "Casi queman a mi hija. Yo estaba en Asturias y me llamaron para decirme que habían incendiado la casa y no sabían si ella había conseguido salir". Incendiaron sus viviendas y la de algunos vecinos, porque la primera vez solían equivocarse -"enseguida te enviaban otro mensajito de 'la próxima no vamos a fallar", explica Amutxastegi-. También les gustaba dejar una copia de las llaves de las casas de sus víctimas en el felpudo, con amenazas de muerte para que los concejales supieran que ellos podían entrar, matar y salir, en cualquier momento.

"Lo fácil habría sido marcharse, pero había que mantener el tipo, porque había gente que nos apoyaba y porque esa gente tenía miedo", asegura el actual alcalde, el socialista José Antonio Pérez Gabarain. (…)

"Tengo dudas razonables de que Barandiaran estuviera metido en esta historia en aquella época, pero de Azoeta, no. Lo más jodido de esto es que nosotros sabemos siempre, de una forma u otra, quiénes están en el ajo. Y lo hemos dicho mil veces. No puedo entender que no se den cuenta de que aquí hay algo importante", aseguró Fernando Narciso, concejal socialista. Fuentes municipales aseguran que el pueblo es hoy la principal cantera de ETA.

El sábado, unas 200 personas se manifestaron en Andoain pidiendo la liberación del hombre "que solucionaba los problemas de los chicos" (Barandiaran) y "una luchadora" (Ozaeta). La concentración terminó con vivas a ETA.” (El País, ed. Galicia, España, 25/05/2008, p. 22)

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