25/4/08

La cuestión es "no significarse" igual que durante el franquismo

“El miedo sigue andando por Mondragón. Nada recuerda el asesinato de Isaías Carrasco, pero los terroristas de ETA sí tienen reservado un lugar privilegiado en el centro del pueblo.

pero el reportero decide entrar antes en la sucursal del Banco Guipuzcoano. El director, un hombre joven y amable, atiende enseguida al potencial cliente. Le regala un apretón de manos y le señala un asiento de su despacho.

-Dígame, ¿qué desea?

-Me ha sorprendido ver las fotos de 18 terroristas de ETA en la verja del banco...

-Bueno, eh..., verá... Es que siempre han estado ahí...

-Creo que después del asesinato de Isaías Carrasco la gente las quitó...

-Sí, y "ellos" volvieron a ponerlas hace unos días...

-¿Y usted piensa mandar que las quiten otra vez?

-Es que no depende de mí. Depende del Ayuntamiento.

-Pero están en su banco...

-Sí, pero bueno, siempre han estado ahí...

-¿Usted dejaría poner unos carteles del BBVA anunciando créditos más baratos?

-Hombre, eso es distinto... Además, este edificio es patrimonio histórico

-¿...?

-Pues que supongo yo que será el Ayuntamiento el que tendrá que quitar los carteles... O [cada vez más incómodo] que tendrá que ser la dirección del banco, pero yo cómo me voy a poner a quitar esos carteles...

-¿Se han quejado los clientes por tener que entrar en el banco entre las fotos de los terroristas?

-No, nunca nadie se ha quejado. Habrá visto que el pueblo está todo igual. Y a los de La Caixa, ya se lo habrán dicho, hasta les quemaron la sucursal...

El director no tiene más que decir. A modo de despedida se encoge de hombros.

De camino al Ayuntamiento, el visitante aún puede ver en otra callejuela los rostros de los 18 etarras hijos del pueblo protegidos por unos escapularios de una Virgen local. Las paredes están llenas de carteles -por la autodeterminación, contra el tren de alta velocidad, por el acercamiento de los presos de ETA- y de numerosas pintadas. La mayoría ataca al PSOE y al PNV -dispuestos a sacar a ANV de la alcaldía por su negativa a condenar el asesinato de Isaías Carrasco-, pero otras prefieren cortar por lo sano:

-¡Fuego a los españoles!

Por supuesto, ninguna pintada, ningún cartel, ningún balcón recuerda que aquí, hace sólo mes y medio, un terrorista de ETA vació su cargador contra un hombre indefenso delante de su familia. (…)

Francisco García y Aritz Arrieta se encuentran en su despacho, una buhardilla del tercer piso del Ayuntamiento. El reportero ha llegado hasta allí sin que ninguno de los policías locales de la puerta le hayan preguntado a dónde va ni qué lleva en la mochila -tampoco lo harán al día siguiente ni al otro-. No hay cámaras de vídeo ni ningún tipo de control. La seguridad de los cuatro concejales socialistas o de la única edil del PP depende tan sólo del celo de sus guardaespaldas. No se sienten más protegidos aquí que en medio de la calle. Y, además, la frialdad que les rodea es absoluta. "De los 220 funcionarios municipales", se lamenta Francisco García, "no más de cuatro han cruzado esa puerta para darnos el pésame por el asesinato de Isaías...".

Aritz Arrieta tiene otra estadística aún peor. 48 horas después del atentado, a él le tocó hacer de compromisario en un colegio electoral en el que votaron más de 400 vecinos de Mondragón.

-Sólo uno se dirigió a mí para decirme que lo sentía. El resto hacía como que no me veía. Ni siquiera nuestros votantes cruzaban su mirada conmigo, por miedo a que alguien los descubriera.” (El País, ed. Galicia, España, 20/04/2008, p. 20/1)

No hay comentarios: