“New Jersey -el Estado de Frank Sinatra, Bruce Springsteen y Whitney Houston- es a los Estados Unidos de América, como Cataluña a España: en 2004 y por cada dólar de sus impuestos federales, los residentes de New Jersey sólo recibían un retorno de 63 centavos, esto es, 37 se iban con la música a otra parte. Y no pasa nada: los norteamericanos seguirán unidos y mandando medio siglo más.
Por lo menos. Tomo los datos del Departamento Federal de Comercio, que los publica con luminosidad de vitral cada año.La afirmación recíproca no es cierta, pues la España oficial vuelve, negra, su espalda a Cataluña y se niega, recalcitrante, a hacer públicas balanzas fiscales que conoce demasiado bien. (…)
El déficit catalán -más de mil euros por persona- es comparable al correlativo superávit de las dos Castillas y al de Andalucía, pero éste es mayor en Galicia y se dobla en Extremadura, comunidades, todas ellas, que son auténticos viveros de funcionarios públicos de envidiable competencia administrativa. Si se hicieran públicos los lugares de nacimiento de nuestras elites funcionariales, ustedes entenderían perfectamente de qué estoy hablando: entre los embajadores, los generales, los magistrados, o los abogados del Estado de este país se cuentan poquísimos catalanes.”
Y si se vieran los orígenes de los auxiliares administrativos, no veas.
La cosa es sencillita. El estado hasta hace poco, mataba de hambre a los funcionarios públicos. Si llegabas a general o a subsecretario, tenías un pasar, pero mientras eras jefe de negociado, capitán o comandante, las pasabas canutas.
Los catalanes y los vascos podían acceder a empleos mejor remunerados. Sencillamente, no se les ocurría entrar en la administración para pasar estrecheces sin cuento. Ni se les ocurría bajar en la escala social. ¿Por falta de entrenamiento?. En cambio para multitud de gallegos, castellanos, andaluces y extremeños la administración era un refugio, para los pobres de los territorios pobres (En New Jersey, los trabajadores de Correos y los asistentes sociales, seguro que son negros)
En la Caixa (en la industria catalana), los directores son catalanes, y los administrativos, son como los generales en España, andaluces, gallegos, extremeños, y pronto árabes y sudamericanos. ¿Y en la Generalitat?
“Estadística y antropológicamente hablando, Cataluña paga, pero no manda. Gobierna Madrid, rompeolas de España, que soporta, un déficit fiscal arrollador, pero desde el poder, es decir, con truco: el plus de la centralidad es negocio óptimo.” (PABLO SALVADOR CODERCH: Ni contigo ni sin ti: perderán los mejores. El País, ed. Galicia, Opinión, 12/01/2008, pp. 25)
Si Madrid tiene un déficit fiscal (¡arrollador!) ¿Qué negocio óptimo es ése? ¿Un negocio antropológico? Si tiene el mismo déficit fiscal que Cataluña, deberían estar quejándose. Si imitasen a los catalanes, los madrileños, inmigrantes incluidos, podrían corear bonitos sloganes como “menos generales y más superavit fiscal” o “menos antropología y más autonomía fiscal”.
Pero no tienen necesidad de ser quejicas, saben, como los economistas, como los demócratas, como los alemanes, que lo mejor para la prosperidad de todos, es la redistribución que hace el estado, de los capitalistas a los obreros, mediante impuestos. De los que viven del capital, a los que producen la única riqueza que hay, la del trabajo, trabajando. De La Caixa, ENDESA, Caja Madrid, Telefónica, Banco de Santander a “nuestras élites currantes”, a los trabajadores gallegos, andaluces, castellanos, extremeños, (residan donde residan, en Cataluña y Madrid, o en Galicia, Castilla, Andalucía, Extremadura)
¿Mandan los generales? No en Cataluña, que ha firmado la paz con ETA, así que solo se ponen bombas en Madrid y alrededores.
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