15/3/23

Albert Boadella: “Cataluña es un lugar donde la democracia casi no existe”

 "(...) --¿Y pese a tener la piel gruesa, a la vez la tiene fina para ofenderse?

--Sí, claro. En este momento, todo el mundo tiene ya una especie de predisposición a sentirse ofendido. Por tanto, en el fondo, hay una falta de sentido democrático, de libertad, de respetar que los otros puedan pensar cosas distintas a la tuya. Cuando pasa, no digo que tengas que creerlas, pero sí aceptarlas. El espíritu, conquistador, censor, es algo que llevamos todos dentro desde niños. Desde niños, cuando nos hacen algo que no nos gusta, nos ponemos furiosos, ¡y con qué facilidad mataríamos a medio mundo! Es algo que forma parte del ser humano. Lo que sucede es que cuando uno crece, se convierte en adulto, la razón y el pensamiento se tamiza. 

Ahora hay, diríamos, una especie de facilidad en que a esos bajos instintos, a esa primacía de mis sentimientos por encima del otro, se les vea como algo propio y suficiente para ofenderse cuando el otro no está en los mismos sentimientos. Y esto lo vemos en la propia Cataluña, donde lo más importante no son las cosas, sino el sentimiento. Si uno se siente catalán, español, es lo que cuenta. Si uno dice que su sentimiento es español en Cataluña, es que es un facha. O sea, mis sentimientos están por encima de todo. La razón pasa a segundo término. 

--Precisamente, usted empezó su carrera Cataluña, donde fue aplaudidísimo y sus espectáculos luego molestaron tanto que se fue. Ahora, el homenaje de su 60 aniversario se hace en los Teatros del Canal de Madrid.  ¿Duele que no se lo hagan en Cataluña, donde debería ser y donde empezó? ¿O ya no?

--Bueno, en Cataluña, por lo menos en cuanto a todo lo que es la Administración pública, no hay que ver el perro. Están contentísimos que esté fuera de allí. El hecho de que viva allí ya les molesta, lo han demostrado muchas veces. No quieren la oposición. Cataluña es un lugar donde la democracia casi no existe. Por lo tanto, es lógico que consideren que quien piensa distinto sea el enemigo a abatir. Imaginar que me hagan un homenaje en Cataluña sería ya pura ciencia ficción. Bueno, a lo mejor cuando esté en la uci a punto de palmarla, entonces hacen algún gesto (bromea).

--Claro, pero a usted se le aplaudió durante el franquismo y cuando se empezó a meter con los de la Generalitat y demás ya no.

--El momento en que atacas al propio público… Pero es una función esencial del teatro, poner en tela de juicio incluso las cosas que está pensando aquel público que te está viendo. Evidentemente, en Cataluña eso se acabó muy rápido en el momento en que empecé a decir las cosas con mucha claridad. Ataqué el intento de pensamiento único que había en aquel momento y que acabó dominándolo todo. Y obviamente, ese público fue desapareciendo. También cuando empecé a ironizar sobre el mundo progre sucedió lo mismo. De golpe, el teatro se quedó vacío y se sustituyó por otro público. O sea, el mundo progre tampoco es que sea un mundo con un sentido del humor o de la sátira muy elevado. (...)"                (entrevista a Boadella, Joan Colás, Crónica Global, 19/02/23)

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