"Catalunya no saldrá adelante hasta que alguien diga la puta verdad. El proceso ha fracasado. Y además sabían que saldría mal.
Pero ése es otro tema.
Es de cajón: No se puede hacer la independencia con menos de la mitad de la población. Lo he dicho siempre. Además, no ha habido ningún apoyo internacional. Excepto Pamela Anderson y algún otro.
El Estado español es también mucho más sólido de lo que creían.
En resumen: La independencia es imposible. Al menos a corto y medio plazo. A largo qui lo sa porque es imposible predecir el futuro.
Igual aparece oro o diamantes en el Delta del Ebro. Y entonces tenemos el apoyo de una potencia extranjera.
Mientras los mandamases del proceso no digan la verdad -y de paso los medios de comunicación que lo inflaron- no hay nada que hacer. Lo jodido es que nadie se atreve a decirlo. Són víctimas del propio marco mental que han creado. El que se mueve no sale en la foto. Incluso la citada TV3 ejerce de conciencia crítica. Como a Rufián, que le mostraron sus contradicciones. Estaba muy bien aquel vídeo pero no he visto nada similar con Mas, Puigdemont o Torra
¡Nos prometieron la independencia a los 18 meses de las elecciones del 2015! Iba a ser coser y cantar. Un camino de rosas. Que ilusos. Peor: que irresponsables.
Por eso, no se puede solucionar ningún problema si no se hace antes un buen diagnóstico. Es de cajón. Como nadie se atreverá -y han vuelto a ganar- la presente legislatura será más de lo mismo. Peor porque los socios de gobierno no pararán de sacar pecho, de mirarse de reojo, de hacerse los valientes.
Va a ser otra legislatura perdida. De hecho, la sesión constitutiva del Parlament ya fue un avance de lo que nos espera. Nadie habló de DUI, de la República Catalana, del ho tornarem a fer.
Ahora las palabras de moda son diálogo, amnistía, conflicto político
Hasta Ernest Maragall, siempre dispuesto a hacer la pelota a ERC por la cuenta que le trae, bajó ostensiblemente el tono en comparación con su discurso hace cuatro años. Los de Esquerra eran aquellos que hace apenas un año les importaba "un comino" la gobernabilidad de España. La frase es de la hermana de Dolors Bassa.
Mientras que Laura Borràs, flamante nueva presidenta de la cámara con cuatro acusaciones de corrupción en la mochila, afirmó en su primer discurso que la legislatura tenía que ser “un punto de inflexión en el avance hacia la independencia".
Subrayo lo de "punto de inflexón". Nadie se atreverá a salir al balcón y mucho menos declarar otra DUI. El Estado puede perdonar una vez, dos ya no.
Incluso Dolors Sabater, de la CUP, que dejó noqueada a la sala de prensa tras una intervención inicial de más de doce minutos, habló de vaguedades: “nuevo ciclo”, “cambio político”. Parecía una sesión de reciclaje.
Sólo de pasada se mostró partidaria de "retomar el camino de la autodeterminación”. Pero como Borràs: los caminos pueden ser muy largos.
El gran objetivo de la CUP para esta legislatura es “impulsar el sector público claramente”. La frase, como pueden ver es textual.
A Sabater sólo le faltó hablar del cambio climático, de la deforestación del Amazonas o de los pingüinos de la Antártida.
En definitiva, cuatro años más de vivir del cuento." (Xavier Rius, director de e-notícies, 13/03/21)
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