"El ex conseller Toni Comín, en una entrevista en El Periódico,
insta a los catalanes a perder el empleo y sacrificar su bienestar
personal por la independencia. Comín también se muestra partidario de
boicotear la economía del Estado español, al que se refiere como “el
enemigo”.
"La carta de la movilización ciudadana que solo apunta
al desgaste reputacional, moral, del Estado, se ha de seguir usando,
pero en sí misma no es suficiente. Se ha de ir a una carta que busque no
solo el desgaste reputacional, institucional y político del Estado,
sino que busque también un desgaste material y económico", indica.
"Hay
un ejemplo muy claro que se llama consumo estratégico. Catalunya sigue
siendo una de las locomotoras económicas de España. Si la locomotora se
para, la economía española tiene problemas. Se ha de trabajar también
sobre este escenario. Se ha de usar esta arma, importante y poderosa, al
servicio de nuestro proyecto político", añade.
"Un proceso
sostenido de movilizaciones. Un tipo de movilización nuevo, sostenido,
intenso, que vaya al desgaste material del Estado. Que tiene costes para
la gente de Catalunya. Si el líder del socialismo español está en las
antípodas del británico, no haremos la independencia votando y basta",
argumenta.
"-¿Qué costes?", le pregunta el periodista.
"-Costes económicos. No penales", responde Comín.
-¿Laborales?
-Por ejemplo.
-¿Perder el empleo?
-Por ejemplo.
-¿Ver bajar el nivel de vida?
-Los
autónomos no lo perderán... Lo que ha de decidir la gente que quiere la
independencia de Catalunya es si reconocemos la realidad por dura que
sea, por injusta que sea. Lo que estoy diciendo ¿es deseable? No. ¿Es
justo? Para nada. Pero el precio de la independencia no lo ponemos los
catalanes, lo pone el Estado. Si consideramos que la república catalana
es la condición de una ciudadanía plena, que no eres libre si no eres
plenamente ciudadano, la pregunta -injusta y desagradable, pero
inevitable- es qué precio estamos dispuestos a pagar por nuestra
libertad.
La gente tiene derecho a no cooperar con aquel que
considera que te está negando la libertad. Hay una manera de no cooperar
que es no contratar a sus empresas, parar el tejido productivo cada
cual desde su acción individual, responsable...
-Pero eso
tendría unos costes, y cuando PIMEC llame a la 'consellera' quejándose
de que les están perjudicando, ¿qué respuesta les dará?
-La
respuesta que les dará es que si hay un millón de personas que un día
se levantan por la mañana y no quieren ir a trabajar, ella no tiene
ningún instrumento, ni el Estado, para obligar a esta persona a ir a
trabajar.
-¿Pero hay un millón de personas dispuestas a no ir a trabajar, para conseguir la independencia?
-No lo sé.
-¿Y jugarse el empleo?
-No lo sé. Ese es el debate, ese debería ser el tema de la gran conversación que tiene el independentismo.
-¿Usted lo haría?
-La
gente se ha de preguntar qué precio están dispuestos a pagar, si
consideran que no son libres en el Estado. Qué precio están dispuestos a
pagar por su libertad y la de sus hijos.
-Y el precio puede ser perder el empleo...
-Un
paro largo puede ser que tenga riesgos grandes en términos materiales
para la gente. La gente tiene derecho a no cooperar. Es un principio
básico de la desobediencia civil y la lucha no violenta. No tengo porqué
cooperar con mi enemigo o mi adversario." (e-notícies, 09/10/19)
............................... las cosas de la clase media ..........................
17/3/21
Comín insta a los catalanes a “perder el empleo”. El ex conseller pide sacrificios personales para la independencia desde Waterloo
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