3/6/20

La masacre de los negros en Estados Unidos es comparable a la masacre de los catalanes en España... como todo el mundo sabe

"(...) Especialmente porque este asesinato, como cualquier parecido, debe interpretarse inevitablemente en el contexto de un problema más general: el racismo. Porque se añade a la lista de muertos afroamericanos por la policía durante estos últimos tiempos (Breonna Taylor, Ahmaud Arbery o ahora George Floyd) ya la crisis económica del coronavirus, que ha perjudicado de manera muy sustancial y diferente las poblaciones negra y latina, las minorías, en definitiva. Pero también se añade a un comportamiento significativamente diferente del poder según si eres miembro de una comunidad determinada o de otra.  (...)

La reacción en Estados Unidos es, por un lado, de desesperación de una población, la afroamericana, que ve que no hay ningún cambio sustancial  (...)

Y esta desesperación de una parte de la sociedad americana sugiere un gran tema, que también tiene interés en nuestro caso particular. Cómo puede ser que en un sistema democrático, con instituciones que funcionan con normalidad como instituciones democráticas, pueda haber comportamientos de este estilo, que hacen sentir a una parte de la población que no vive en democracia? ¿Qué explicación tiene esto que ocurre en Estados Unidos o, también, en España?  

La explicación, al menos el marco teórico que puede dar respuesta a esta aparente contradicción, tiene que ver con el concepto muy interesante, pero poco desarrollado, de 'democracia étnica'. Concepto que curiosamente fue un español, Juan Linz, el primero de formularlo, aunque es el sociólogo israelí Sammy Smooha quien ha maldad más para popularizar y entenderlo.

Para 'democracia étnica' se entiende aquella situación en la que un mismo sistema político combina una estructura de dominación y represión étnica con el reconocimiento de los derechos democráticos, políticos y civiles para toda la población, incluidas las minorías. De acuerdo con este esquema, no son perseguidos necesariamente y en todo momento todos los ciudadanos que pertenecen a un grupo nacional (no es por tanto una 'democracia Herrenvolk', como se definía el apartheid sudafricano), pero en cambio todos los miembros de una minoría nacional saben que son sospechosos de una manera especial y que serán tratados de manera discriminatoria en el caso de que les pase nada, precisamente debido a que no pertenecen a la 'nación central', que monopoliza el control de la estado.(...)

 El concepto de 'democracia étnica' es, por tanto, muy interesante para explicar la aparente contradicción entre la existencia de un estado democrático y la evidencia de una discriminación constatable.  

(...)  hay que asumir urgentemente y con todas las consecuencias la condición de minoría nacional de los catalanes en España y Francia. Históricamente, este lenguaje y esta idea no nos ha gustado, pero este es el camino más sensato y serio para que resulte comprensible la cuestión nacional en el marco de la Unión Europea. Comprensible y asumible tanto la reivindicación en positivo como la explicación, mediante el concepto de 'democracia étnica', del formato de dominación que nos ha sido impuesto y del que queremos liberarnos.

 PS1. Una gran diferencia, radical, entre eso que ocurre en Estados Unidos estos días y lo que hemos vivido estos últimos años en España es que una parte parece que sustancial de la población norteamericana, no afroamericana, no únicamente entiende y acepta perfectamente la legitimidad y la razón de la queja de sus conciudadanos afroamericanos, sino que exige en la calle que se acabe la discriminación: como una reparación histórica absolutamente necesaria y también como única manera de sentirse digna ella misma. (...)"                 (Vicent Partal, Vilaweb, 31/05/20)

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