"(...) considera que el Parlamento está ahora más "empantanado" que cuando usted era diputado?
- En general, no sólo el Parlamento sino la vida política y social de Cataluña está mucho más empantanada. Entre otras cosas porque no hemos sido capaces de construir una solución pero tampoco encontramos una salida. Y cuando las aguas empantanadas no tienen una salida, al final acaban putrefactos, que creo que desgraciadamente es la situación en la que estamos ahora. (...)
- En general, no sólo el Parlamento sino la vida política y social de Cataluña está mucho más empantanada. Entre otras cosas porque no hemos sido capaces de construir una solución pero tampoco encontramos una salida. Y cuando las aguas empantanadas no tienen una salida, al final acaban putrefactos, que creo que desgraciadamente es la situación en la que estamos ahora. (...)
- ¿Quiénes son los responsables de esta situación?
(...) Me atrevo a utilizar la expresión de Jordi Amat: es la conjura de los irresponsables. Pero sería injusto si dijera que todo el mundo tiene la misma responsabilidad. Utilizando una terminología del Raimon Obiols, hay unos que ante esta situación trabajan para encontrar una salida, son los "milloristes".
Y hay otros, y el lunes se vio en la moción de censura, que son los empitjoradors. Trabajan para empeorar porque creen que de este estado putrefacto sacan ventajas políticas partidarias aunque sea a costa de hundir más el país. En este caso, hay un sector del independentismo que claramente trabaja para ello y Ciudadanos olió sangre y decidió que se tiraban como buitres. (...)
Y hay otros, y el lunes se vio en la moción de censura, que son los empitjoradors. Trabajan para empeorar porque creen que de este estado putrefacto sacan ventajas políticas partidarias aunque sea a costa de hundir más el país. En este caso, hay un sector del independentismo que claramente trabaja para ello y Ciudadanos olió sangre y decidió que se tiraban como buitres. (...)
- Ni el referéndum sobre la independencia ni la reforma federal pueden ser solución ya?
- Sí, porque hay que ser conscientes de que lo que en algún momento, aunque sea muy difícil, puede ser una solución, compleja, difícil, que requiere la confluencia de muchos factores, que todas las estrellas se pongan a favor, es viable, cuando pasan cosas como las que han pasado en estos dos años en Cataluña y en España, la oportunidad se pierde. No definitivamente tal vez, pero sí queda archivada.
- Sí, porque hay que ser conscientes de que lo que en algún momento, aunque sea muy difícil, puede ser una solución, compleja, difícil, que requiere la confluencia de muchos factores, que todas las estrellas se pongan a favor, es viable, cuando pasan cosas como las que han pasado en estos dos años en Cataluña y en España, la oportunidad se pierde. No definitivamente tal vez, pero sí queda archivada.
Yo no soy capaz de ver en este momento ni el consenso en Cataluña ni en España para hacer un referéndum consultivo, pero tampoco los que plantean la alternativa de una reforma federal de la Constitución.
Por lo tanto, tal vez haríamos todos bien al girar el foco de nuestra mirada y no centrarla en buscar la solución, que de momento está peor que hace dos años, sino focalizarse en la salida. Porque si somos capaces de encontrar la salida a las aguas empantanadas y putrefactos, igual dentro de un tiempo podemos volver a recuperar la idea de la solución. Yo no digo que esté muerta para siempre, digo que ahora en este momento no es viable.
Y, desde esta perspectiva, aquí juegan un papel también muy importante los medios de comunicación. Qué relato imponga en Cataluña y en España. Tú y yo sabemos que, desgraciadamente, hay dirigentes políticos y medios de comunicación que tienen ya su titular sobre la sentencia sin haberla leído.
- Está a favor de la petición de amnistía de los presos?
- Desde mi perspectiva, es imprescindible sacar la gente de la cárcel por razones de justicia. También porque con gente en la cárcel no habrá salida al conflicto. Esperando que no sea necesario, se deberá trabajar para el indulto. Porque el indulto puede tener receptividad en España; la amnistía, no. Y la amnistía no está planteada para sacar la gente de la cárcel porque no es viable, está hecha para dar una imagen de cohesión del independentismo. Mucho me temo que es una instrumentalización de los presos, porque si se quisiera de verdad, sería el indulto.
Pero es que, además, tiene otro componente que me parece peligroso en términos democráticos porque pretende establecer una similitud entre la situación actual y la de la transición. Cuando se llama libertad, amnistía y autodeterminación en el fondo se está intentando situar en el imaginario de mucha gente que se trata de provocar la ruptura con la dictadura española para dar paso a la democrática república catalana. Este imaginario es perverso desde el punto de vista democrático.
-¿Qué piensa de cómo se están planteando las movilizaciones de respuesta a la sentencia?
- Que si la sentencia termina en una condena de las que se consideran duras, desde el punto de vista del independentismo debe haber movilizaciones, esto es así, y lo puedo entender perfectamente. Porque aunque algunos reconozcan que fue un error hacer lo que se hizo, que se cometió un error el día 9 de noviembre de 2015 cuando se aprobó aquella resolución en el Parlamento, que no se aprovechó las seis veces que tuvo la mayoría independentista para enderezar la situación, que las explica muy bien el Francesc-Marc Álvaro en su libro ... Aunque uno esté convencido de que el independentismo también ha sido copartícipe de este desastre, yo lo entiendo. Tienes gente en la cárcel y lo único que puedes hacer es movilizarte.
Ahora, para mí, una movilización útil es aquella que esté al servicio de verdad de la liberación de los presos y, por tanto, contribuir a la salida, y no esté al servicio de estrategias partidarias o al servicio de esta cosa que se llama la cohesión del independentismo. Para que la cohesión del independentismo no es posible, es una ficción mientras quieran ir al norte y los otros en el sur, que es lo que pasa en este momento. La cohesión es una ficción, es una teatralización.
- Desde mi perspectiva, es imprescindible sacar la gente de la cárcel por razones de justicia. También porque con gente en la cárcel no habrá salida al conflicto. Esperando que no sea necesario, se deberá trabajar para el indulto. Porque el indulto puede tener receptividad en España; la amnistía, no. Y la amnistía no está planteada para sacar la gente de la cárcel porque no es viable, está hecha para dar una imagen de cohesión del independentismo. Mucho me temo que es una instrumentalización de los presos, porque si se quisiera de verdad, sería el indulto.
Pero es que, además, tiene otro componente que me parece peligroso en términos democráticos porque pretende establecer una similitud entre la situación actual y la de la transición. Cuando se llama libertad, amnistía y autodeterminación en el fondo se está intentando situar en el imaginario de mucha gente que se trata de provocar la ruptura con la dictadura española para dar paso a la democrática república catalana. Este imaginario es perverso desde el punto de vista democrático.
-¿Qué piensa de cómo se están planteando las movilizaciones de respuesta a la sentencia?
- Que si la sentencia termina en una condena de las que se consideran duras, desde el punto de vista del independentismo debe haber movilizaciones, esto es así, y lo puedo entender perfectamente. Porque aunque algunos reconozcan que fue un error hacer lo que se hizo, que se cometió un error el día 9 de noviembre de 2015 cuando se aprobó aquella resolución en el Parlamento, que no se aprovechó las seis veces que tuvo la mayoría independentista para enderezar la situación, que las explica muy bien el Francesc-Marc Álvaro en su libro ... Aunque uno esté convencido de que el independentismo también ha sido copartícipe de este desastre, yo lo entiendo. Tienes gente en la cárcel y lo único que puedes hacer es movilizarte.
Ahora, para mí, una movilización útil es aquella que esté al servicio de verdad de la liberación de los presos y, por tanto, contribuir a la salida, y no esté al servicio de estrategias partidarias o al servicio de esta cosa que se llama la cohesión del independentismo. Para que la cohesión del independentismo no es posible, es una ficción mientras quieran ir al norte y los otros en el sur, que es lo que pasa en este momento. La cohesión es una ficción, es una teatralización.
- Y del papel que están jugando los sindicatos? La Intersindical CSC ha convocado una huelga general y CCOO se opone.
- Me permitirás que matice algo. Para mí un sindicato sólo es aquella organización que tiene afiliados, organiza estos afiliados y tiene una representatividad en los centros de trabajo. Otros tienen nombre de sindicato pero no tienen sus condiciones. Yo puedo convocar lo que sea, pero si no tengo la fuerza y la capacidad para hacerlo, no saldrá. Por lo tanto, ya adelanto cuál es mi planteamiento. Creo que es un error quienes convocan una huelga en los centros de trabajo, porque ahora se utiliza el concepto huelga para todo.
Para mí, la huelga es la interrupción del trabajo por un conflicto que puede tener naturaleza laboral o socioeconómica frente los empresarios o el poder político, pero que tiene su epicentro en los centros de trabajo. Si no hay interrupción del proceso productivo, no hay huelga, hay otra cosa. Hay una manifestación. Todas legítimas, pero no es una huelga.
Creo que es un error, sabiendo cuál es la situación que hay en Cataluña en estos momentos, con una sociedad fragmentada en torno al proceso, por lo tanto con una fragmentación que existe también en los centros de trabajo. Llevar este conflicto en los centros de trabajo es llevar la polarización en los centros de trabajo y socavar y hacer mucho daño al sindicalismo ya los trabajadores que necesitan preservar la unidad a los centros, que es lo que en estos momentos han logrado con muchos esfuerzos CCOO y UGT .
Creo que es un error, sabiendo cuál es la situación que hay en Cataluña en estos momentos, con una sociedad fragmentada en torno al proceso, por lo tanto con una fragmentación que existe también en los centros de trabajo. Llevar este conflicto en los centros de trabajo es llevar la polarización en los centros de trabajo y socavar y hacer mucho daño al sindicalismo ya los trabajadores que necesitan preservar la unidad a los centros, que es lo que en estos momentos han logrado con muchos esfuerzos CCOO y UGT .
- De debate también ha habido, sin embargo.
- Han participado en las movilizaciones en defensa de los derechos de los presos, pero se han negado a llevar el conflicto a los centros de trabajo para evitar precisamente eso. Debemos tener en cuenta que este conflicto está destruyendo, entre otras cosas, muchas de las organizaciones que habían vertebrado desde el punto de vista plural nuestra sociedad, que es la que nos ha hecho tan fuertes y nos permitía hablar durante mucho tiempo de un solo pueblo.
El sindicalismo, a pesar de las heridas que ha sufrido, ha conseguido salir vivo de este embate, pero es que debería ser un objetivo de país. Una estructura de país es tener sindicatos fuertes, implementados en los centros de trabajo, cohesionados, que no estén partidos por la opinión de los trabajadores en torno al tema de la independencia. Y todo lo que sea llevar este conflicto en los centros de trabajo es ir en contra de la cohesión de la sociedad catalana y del propio concepto de Cataluña un solo pueblo. Me parece de una gran irresponsabilidad.
- Pero más allá del impacto que tiene el conflicto entre Cataluña y España, el sindicalismo está en crisis?
- De transformación, clarísimamente.
- Han participado en las movilizaciones en defensa de los derechos de los presos, pero se han negado a llevar el conflicto a los centros de trabajo para evitar precisamente eso. Debemos tener en cuenta que este conflicto está destruyendo, entre otras cosas, muchas de las organizaciones que habían vertebrado desde el punto de vista plural nuestra sociedad, que es la que nos ha hecho tan fuertes y nos permitía hablar durante mucho tiempo de un solo pueblo.
El sindicalismo, a pesar de las heridas que ha sufrido, ha conseguido salir vivo de este embate, pero es que debería ser un objetivo de país. Una estructura de país es tener sindicatos fuertes, implementados en los centros de trabajo, cohesionados, que no estén partidos por la opinión de los trabajadores en torno al tema de la independencia. Y todo lo que sea llevar este conflicto en los centros de trabajo es ir en contra de la cohesión de la sociedad catalana y del propio concepto de Cataluña un solo pueblo. Me parece de una gran irresponsabilidad.
- Pero más allá del impacto que tiene el conflicto entre Cataluña y España, el sindicalismo está en crisis?
- De transformación, clarísimamente.
- ¿Qué significa esto?
- Como le pasa a todas las estructuras sociales propias de una etapa histórica, que es una sociedad industrialista, de gente que trabaja en centros de trabajo grandes, de tiempo analógicos, de unas regulaciones nacionales, de unas economías cerradas, sufren el que yo llamo el síndrome del koala. De repente, hay una deforestación de los bosques de eucalipto y su hábitat natural desaparece y hasta que no encuentran otro hábitat se sufre mucho. Le pasa al sindicalismo, a los partidos, a las entidades sociales, los medios de comunicación, a las instituciones y todos.
- Como le pasa a todas las estructuras sociales propias de una etapa histórica, que es una sociedad industrialista, de gente que trabaja en centros de trabajo grandes, de tiempo analógicos, de unas regulaciones nacionales, de unas economías cerradas, sufren el que yo llamo el síndrome del koala. De repente, hay una deforestación de los bosques de eucalipto y su hábitat natural desaparece y hasta que no encuentran otro hábitat se sufre mucho. Le pasa al sindicalismo, a los partidos, a las entidades sociales, los medios de comunicación, a las instituciones y todos.
Es crisis de transformación, que no de desaparición. La clave está en que el sindicalismo sepa entender en qué consiste esta crisis para, a partir de ahí, hacer una transformación. Exactamente lo que ha hecho durante 150 años. No concibo una sociedad sin que el trabajo tenga un papel absolutamente central y que la forma en que se organiza, ejerce su representación y el conflicto social no tenga protagonismo. (...)" (Entrevista a joan Coscubiela, Nació digital, 09/10/19)
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