"(...) - Pero, perdón: se han colocado todos, porque a Nuet nunca le
oí yo una palabra a favor de la independencia y está de diputado de ERC
en el Congreso. Ernest Maragall estuvo 30 años en el PSC. Y Elisenda
Alamany ha dado el salto de los Comunes a Esquerra en un santiamén.
¿Cómo se explica eso? ¿Qué la clase política catalana tiene una
singularidad con respecto a la de España? No, no lo creo. Lo que pasa es
que aquí el latido de base, lo que genera el espíritu pujoliano, esto
de que nosotros nos podemos permitir todo porque somos nosotros. En
definitiva, yo no robo, yo robo por Catalunya, y claro esto es
diferente.
- Conozco un alto cargo que lo pillaron en un exceso de velocidad y dijo que corría por Catalunya.
Claro. Es un poco como los viejos franquistas: que no robaban, hacían patriotismo, pues eso.
- ¿Es una revolución burguesa o es la última revolución burguesa de la historia? Es una revolución pija, ¿no?
Es la penúltima contrarevolución burguesa en Europa, yo insisto en la
entrevista de El Viejo Topo en que VOX en Catalunya no puede funcionar
bien porque para eso está Torra. Torra es el equivalente de VOX en
Catalunya. El mismo meapilas, las mismas concepciones del mundo, todo
igual, lo único que cambia es el referente global o local, en unos
España como imperio y en otros los Països Catalans.
Insisto, y en el
libro creo que lo cuento alguna vez, es que la mayor sorpresa que tuve
yo es encontrarme que el primer debate que veo aquí en Catalunya de la
izquierda es un debate sobre los Països Catalanes que a mí me dejó
alucinado. Porque claro si yo voy a Madrid y les planteo a mis cofrades,
colegas, amigos que vamos a debatir sobre la Hispanidad es que me
echan, sin más.
- Yo creo que no se puede comparar el independentismo con
VOX, pero voy a decir una cosa: VOX no ha roto una papelera ni ha
cortado la autopista. Aquí estuvieron 15 horas cortando una autopista
los CDR y los Mossos mirándoselo.
Sí, sí, la impunidad de los grupos indepes, de los hijos de los estafadores para ser exactos, es un fenómeno social.
- Déjeme hacerle una última pregunta que va ligada al penúltimo libro que usted publicó, ¿Catalunya está en decadencia?
Absolutamente.
- ¿Y no tiene arreglo?
No, las decadencias son muy lentas.
- Ni los romanos sabían que estaban en decadencia.
Ni Atlantic City. Yo creo que ésto va camino de Atlantic City.
- ¿Atlantic City?
Casinos medio vacíos, viejos que van a lo del Inserso. Yo cuando veo
esas señoras más mayores aún que yo con el lacito amarillo es una escena
que tiene hasta cierta ternura, porque esa es la ignorancia de esa
señora que va a Lourdes diciendo “quiero que me quiten el lumbago”. Pues
es un poco lo mismo, “es que me van a quitar las pensiones” ¡pero si se
las están dando!, se las van a quitar por tonta, sus pensiones están
garantizadas pero no por estos, están garantizadas por el Estado. Aquí a
diferencia del País Vasco hay un rasgo siciliano.
- ¿Siciliano?, ¿el clan?, ¿la mafia?
El desdén al Estado. En el País Vasco estaba muy claro.
- Sí, estos se creían que la independencia sería un camino de
rosas. El Estad se ha puesto en marcha: el Estado, la justicia. Ahora
van diciendo que no valoraron la fuerza del Estado.
¿Qué pensaban? Esto es lo que hay.
Hasta el otro día dijeron en TV3 que Borrell había espiado.
¿Qué pensaban, que las embajadas se quedarían con los brazos cruzados?" (Entrevista a Gregorio Morán, Xavier Rius, director de e-notícies, 21/07/19)
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