30/7/19

La atribución de la nacionalidad en la constitución independentista catalana está inspirada en las regulaciones de las repúblicas del Báltico (en las que los ciudadanos de ascendencia rusa carecen de ella, son ciudadanos de segunda, sin derecho a voto, como lo serán los charnegos en Cataluña)

"Los rusos sin patria del Báltico. Medio millón de habitantes de Letonia y cien mil de Estonia carecen de ciudadanía y derecho al voto"                (Luis Prados, El País, 23/04/2004)

"(...) La atribución de la nacionalidad, institución jurídica básica en la creación de cualquier Estado, está inspirada en las regulaciones de las repúblicas del Báltico, que tanta discriminación han producido en las minorías que no eran nacionales del lugar cuando estos territorios proclamaron la independencia. 

Esta Ley contiene regulaciones genéricas que precisarán de un desarrollo en el que se tendrán que detallar qué requisitos concretos (no sólo filiación y residencia) se tendrán que cumplir para obtener la nacionalidad catalana, que se teme se basen en principios supremacistas, por lo que ha trascendido de los informes del Consejo para la Transición Nacional. 

Por cierto, olvidan que ningún Estado puede atribuir unilateralmente -como además pretenden- la doble nacionalidad con ningún otro. (...)

Pretenden también asegurarse el control sobre el Poder Judicial, transformando en Tribunal Supremo al TSJ de Cataluña, con un presidente nombrado por el presidente de la Generalitat y un Ministerio Fiscal nombrado por el Parlament. 

La Ley establece también una amnistía para todos aquéllos que, incluso existiendo sentencia firme, hayan sido procesados, juzgados o condenados por algo que tuviera que ver con el proceso de Cataluña hacia la independencia.  (...)"                 (Teresa Freixes, El Mundo, 16/07/19)

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