"Lola García (Badalona, 1967) es directora
adjunta de La Vanguardia y una de las primeras que ha descrito los
entresijos del proceso en un libro bautizado con el acertado nombre de
“El naufragio”. (...)
- Voy a empezar por el final:
¿Por qué? ¿Por qué promovieron el proceso sabiendo que podía acabar en
naufragio? Usted misma habla de “fracaso colectivo”.
Creo que el proceso surgió por la confluencia de
muchos factores. Un Govern atrapado en la crisis, obligado a hacer
recortes draconianos, una fractura institucional y de legitimidad
democrática derivada de la sentencia del Estatut, o un contexto de
malestar político y social en el que prenden con facilidad los mensajes
que proponen soluciones pretendidamente rápidas, indoloras y fáciles.
Por eso creo que es un fracaso colectivo, primero de las instancias
políticas, pero también de la gente que apoya opciones maximalistas.
- Todo el mundo habla del “relato”, usted menciona el “relato político” sólo empezar, en la pàgina 33, ¿pero qué es el relato?
Es la creación de un imaginario colectivo, de un
sentimiento de identificación con una determinada descripción de la
realidad. La política es hoy construcción de un relato con el que busca
que sus electores se identifiquen.
El relato está cada vez más
segmentado, más compartimentado, busca un nicho de gente que se siente
muy adherida, lo que imposibilita llegar a grandes consensos. El
independentismo ha logrado algo muy difícil hoy en día: construir un
relato muy hegemónico en términos cualitativos, pero no tanto
cuantitativamente, al menos de momento.
- Cuénteme el ascenso de Quico Homs. Usted lo define como “el principal estratega” del proceso en la misma página.
En un principio, cuando el president Artur Mas decide
sumarse al discurso independentista, que ve como una ola imparable, lo
hace como una estrategia para conseguir situarse en una posición de
fuerza a la hora de negociar con el Gobierno central.
Y esa estrategia
la diseña en buena parte el entonces consejero de Presidencia. Homs
ejercía una importante influencia en Mas ya desde la etapa en la
oposición, cuando implantó la Casa Gran del catalanisme, un instrumento
que Mas consideró importante para recuperar la Generalitat.
- TV3 ha jugado un papel
fundamental. Usted describe que el entonces presidente de la CCMA,
Brauli Duart, y el de la cadena, Eugeni Sallent, fueron convocados a
Palau para “calentar” la Diada del 2012.
-Sí, porque en aquel momento se consideraba que la
manifestación acabaría sirviendo para presionar en Madrid y que la
Moncloa se abriera a negociar mejoras sustanciales en el autogobierno.
Todos los medios tienen su papel, pero no estoy de acuerdo con quienes
piensan que el independentismo existe por el papel de TV3 porque la
gente hoy en día tiene capacidad para elegir multitud de medios de
comunicación. La cuestión es que puede haber un 20% de televidentes
siguiendo un 'Telenotícies' y quizá hay más que siguen informativos de
otras televisiones.
Lo que ocurre es que las otras se dedican a muchos
temas, no destinan demasiado tiempo a la crisis catalana, salvo cuando
ocurren cosas muy importantes. Y eso provoca que haya un sector muy
informado sobre el procés, que sigue casi con devoción cada momento,
mientras el otro sólo repara en el tema cuando se producen momentos
culminantes.
- ¿Qué falló en Mas? Hasta a Rajoy le pareció al principio un “político sensato”.
A Mas le tocó gestionar un tiempo muy complicado.
Recordemos las movilizaciones en la sanidad en sus primeros meses de
gobierno… Le falló seguramente lo que le falla a la mayoría de políticos
de nuestro tiempo, que es la dificultad para pensar a largo plazo, el
exceso de táctica, también condicionado por lo rápido que va la política
hoy en día, que engulle liderazgos y gobiernos con una velocidad
increíble…
- ¿Por qué se hizo indepe?
- Creo que al principio no se hizo independentista.
En los primeros años del procés ni siquiera pronunciaba esa palabra. Él
lo considera consecuencia de un desengaño profundo respecto a los
poderes del Estado, cree que los acuerdos a los que intentó llegar con
los sucesivos gobiernos centrales no se ejecutaron.
Después hay factores
que influyen. Por ejemplo, la actuación de las cloacas del Estado en
contra de Convergència probablemente le permitió autoconvencerse de su
posición. Pero ya digo, creo que al principio no lo era, que ha sido
progresivo. A medida que tomaba decisiones, se va autojustificando…
- Llega a decir tras la crisis de Baiget que “quien tenga dudas, que se vaya ahora porque vamos a ir hasta el final”.
Sí, es cierto. Creo que es porque en ese momento él
cree que hay que llegar lo más lejos posible para intentar que haya un
movimiento por parte del Gobierno central. Cuando Mas dice eso yo creo
que piensa que Rajoy se moverá. No tenía en mente llegar a una
declaración unilateral de independencia. (...)
- ¿Por qué no frenaron? Los atentados de las Ramblas y de Cambrills eran la excusa perfecta.
Para esas fechas (segunda mitad de agosto) ya estaba
todo muy en marcha. Resultaba difícil frenar. Pero creo que el elemento
determinante era la competencia entre el PDECat y ERC, que hacía
imposible dar pasos atrás. Y también porque en ese momento no pensaban
ni siquiera que fuera posible un referéndum tan masivo como el del 1-O.
- “Madí es un protagonista
constante en el proceso, pero siempre en la sombra”. La frase es suya.
Me cuesta de creer que una persona inteligente como él no vea el
estropicio. Siempre acaba echando una mano a Artur Mas.
Efectivamente, Madí es una persona inteligente y que
siempre ha apoyado a Mas. Durante el procés, fue partidario de tensar la
cuerda con la vista puesta en que, en algún momento, el Gobierno
español negociaría.
- ¿De todos los errores de
Mas cuál es el peor? ¿Poner a Puigdemont? ¿Adelantar las elecciones del
2012? ¿Convocar las del 2015 con nueve meses de antelación?
Bueno, el expresident Mas no considera que hayan sido
errores, o no del todo. Yo creo que es evidente que fue un error para
él adelantar las elecciones del 2012 porque a la vista está el
resultado, aunque entiendo que a toro pasado todo es más fácil. Creo
también que ceder a la presión de la CUP para dejar la presidencia fue
otro error.
Porque la CUP tenía 10 diputados. Y 10 diputados pueden
condicionar un gobierno, pero poner y quitar a un presidente que ha
pasado por las urnas y ha sido elegido por una mayoría del Parlament me
parece más grave y un mal precedente. (...)
- Usted misma dice que cuando eligió a Puigdemont apenas “había mantenido en su vida alguna conversación informal”.
Sí, no se conocían mucho. Y no creo que incluso ahora
tengan una relación muy profunda. Son políticos muy diferentes. Ese
también fue un error. Si decides entregar el testigo de la presidencia
de la Generalitat, lo normal es que confíes en alguien a quien conoces
bien. (...)
- ¿Le compraría un coche de
segunda mano a Junqueras? En aquella famosa noche en Palau no evitó que
Marta Rovira presionase a Puigdemont. Usted lo resume con esta frase:
“en lo más íntimo de su ser, el líder de ERC desea elecciones, pero en
ningún momento le pide a Puigdemont que las convoque”.
Yo no le compraría un coche a nadie conocido. Para no
tener que reprocharle nada después... Es broma. Creo que Oriol
Junqueras es uno de los políticos más desconocidos en Catalunya, y diría
que en España. Es muy desconfiado, se coloca una máscara inescrutable,
salvo con unos pocos colaboradores. Para mí es un enigma. Conoce bien a
las bases de ERC y sabe que son exigentes en el tema de la
independencia.
Así que, aunque él considerase que lo mejor era convocar
elecciones, que creo que es así, conoce también que apoyar esa salida le
podría comportar una rebelión interna. ¿Cómo se lo explicas eso a las
bases de un partido independentista hasta la médula como ERC después de
haberle dicho a tu gente que la meta estaba muy cerca? No sé si habría
durado mucho al frente de su partido…
- He empezado con una pregunta difícil, voy a acabar con otra: ¿Cómo acabará todo?
La pregunta del millón. No acabará. Creo que el
“proceso” como tal, en sentido estricto, acabó a finales de octubre de
2017. Pero hay otro proceso de fondo sin resolver, el del encaje de
Catalunya en el Estado español, que no acabará. O no sé si yo lo veré... (...)
-¿Usted se da cuenta del daño que ha hecho el Estado mayor del proceso?
Para mí, la importancia del llamado Estado mayor en
las decisiones políticas que se adoptaron en los últimos seis meses
antes de la declaración de independencia fallida es uno de los mayores
errores cometidos por Puigdemont y Junqueras.
Por supuesto, un
gobernante puede pedir consejo y asesoramiento a quienes considere
oportuno, pero se produjo un proceso de usurpación de funciones, en el
que fueron apartados de la toma de decisiones quienes tenían la
responsabilidad oficial de gobernar para ser sustituidos por personas
que estaban en la sombra y que, curiosamente, ni siquieran han pasado
por el juicio que se está desarrollando en el Tribunal Supremo. Me
parece que, además de ser una distorsión de los procedimientos
democráticos, es una gran injusticia.(...)"
(Entrevista a Lala García, director adjunto de La Vanguardia, Xavier Rius, director de e-notícies, 09/05/19)
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