"En estos momentos, hay dos estrategias distintas en el
independentismo catalán, con algunas divisiones en cada una de ellas:
mantener las posiciones unilateralistas y rupturistas que se defendían
hasta el otoño de 2017, que culminaron con la declaración de
independencia en el Parlament, o apostar por una vía más pragmática y
realista, negociando con la administración española y buscando una
ampliación de la base social independentista, lo que implica aparcar por
ahora la independencia.
La posición rupturista es impulsada por Puigdemont, con el grupo de Waterloo, y Junts per Catalunya, además de los departamentos del Govern controlados por sus dirigentes, y el presidente Torra.
Sin embargo, la Asamblea Nacional Catalana, que ha perdido gran parte de su poder de convocatoria, acusa a estos sectores de haber renunciado al mandato democrático del 1 de octubre y de limitarse a realizar una política de gestos y símbolos, sin consecuencias reales. Esta posición es compartida por la CUP, que se niega a cualquier tipo de pacto y va por libre.
La estrategia pactista y pragmática está encabezada por Oriol Junqueras y Esquerra -no hay unanimidad en el partido, como refleja la disidencia de Marta Rovira-, con el apoyo de los sectores del PDECat contrarios a Puigdemont, liderados por Marta Pascal, que cuenta con dirigentes como Carles Campuzano, Jordi Xuclà y Artur Mas, entre otros.
Estos sectores incluso podrían crear un nuevo partido, al margen del PDECat, para esquivar el control de Puigdemont. Por tanto, todas estas tendencias y subtendencias configuran un panorama de división y dispersión que hace muy difícil determinar cuál es actualmente el proyecto del independentismo." (e-notícies, 24/05/19)
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