" (...) En palabras del articulista Jorge Bustos, el derecho a decidir es un “invento de los publicistas del procés,
una cursilada para pijos que no quieren pagar impuestos que ayuden a
los pobres”. ¿Le parece una provocación o un diagnóstico certero?
Ambas cosas. La Constitución no reconoce tal derecho, así como tampoco lo hace, que yo sepa, ningún país de Europa. Aparte, el derecho a decidir solo es un eufemismo de independencia.
No significa nada.
¿Derecho a decidir qué? Es otra de esa muletillas
que se han incorporado al discurso porque suenan bien; y es que ¿quién
va a estar en contra de decidir?
En cualquier caso, lo que ocurre en Cataluña no
podría suceder en ninguna parte. Imagine que en Texas montaran un Cristo
como éste: enviarían a la Guardia Nacional y acabaría todo bien pronto.
O en Francia, cuyos antidisturbios convierten a los nuestros en
monjitas.
Por lo demás, no se dan cuenta de que la parte
unionista también tiene sentimientos. Muchos no tenemos ganas de que nos
obliguen a elegir entre ser españoles y catalanes. Sin embargo, los
nacionalistas tienen claro que solo desean ser catalanes.
El coco no les
da para otra cosa. Y en el mundo actual, reducir tu identidad a un solo
elemento es complicado. A no ser que vivas en un pueblo del interior.
De hecho, los que más insisten en ser independientes son los que, de
algún modo, ya lo son.
Vivir en Berga debe de ser como vivir en un
Estado independiente: un sitio donde todo el mundo ve TV3 y nadie habla
en español. Es un territorio que, de facto, ya se ha liberado.
Mientras los
constitucionalistas denuncian la fractura existente en la sociedad
catalana, el secesionismo niega que tal fractura exista. ¿Hay o no
división en la sociedad catalana?
Según los nacionalistas, no hay fractura alguna: simplemente, hay unos cuantos malos catalanes
que estorban en el camino de la inevitable independencia. Pero eso no
es una fisura: solo es gente infame de la que habría que deshacerse. O
llevarla por el buen camino. Y si es necesario, a hostias.
Pero ya le digo: aunque Cataluña esté partida por la
mitad, ellos lo negarán. Su grado de irracionalidad es tal que son
capaces de afirmar lo que sea. Ya verá como dentro de poco reivindicarán
la figura de Jordi Pujol. De hecho, ya hay quién dice que si pones en
una balanza lo positivo y lo negativo de su gestión, lo positivo supera con mucho a lo negativo. (...)" (Entrevista a Ramón de España, Óscar Benítez, El Catalán.es, 29/01/19)
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