"(...) En cuanto a los sucesos que afectan a la justicia, usted destaca lo ocurrido en la Consejería de Economía.
Efectivamente, porque el día 20 de septiembre el
Juzgado de Instrucción número 13 que había iniciado acciones contra el
procés acordó medidas que resultaron primordiales para la causa que se
empieza a ver en el Tribunal Supremo.
Se llevó a cabo una concentración masiva a las
puertas de la Consejería de Economía y Hacienda donde se incautaron
documentos muy importantes.
Estas personas que protagonizaron la concentración
estaban siendo dirigidas por Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, había un
clima de entusiasmo y de enaltecimiento bajo la dirección de estos dos
dirigentes civiles.
Se originó entonces un conflicto a la comisión
judicial a la que impedían salir del edificio viéndose obligados a
hacerlo por la parte de atrás.
Siempre recordaré las palabras de la letrada de justicia que dijo haber sentido “terror, indignación y vergüenza”.
Porque había sido una situación de oposición radical a
una diligencia ordenada por un juez en unas condiciones de una extrema
agresividad con una muchedumbre rodeando el edificio y con Cuixart que
llegó a gritar “no pasarán”.
Y todo lo ocurrido: vehículos de la guardia civil
destrozados; unos días después una manifestación ante el Tribunal
Superior de Justicia, que había ordenado algunas detenciones.
Llegamos así al 1-O
El 1-0 fue una consulta que no contenía ninguno de
los requisitos de la Ley de Referéndum del Estado español, que es la
única existente.
Se había aprobado una ley de consultas populares
durante el gobierno tripartito y el 9 noviembre de 2014 se produjo la
consulta en que se plantea un pseudo referéndum que prohíbe el Tribunal
Constitucional – primero lo suspende y luego lo anula.
Lo convierten entonces en una consulta popular,
prácticamente en una encuesta. Todo era puro voluntarismo, no había ni
urnas, ni control, ni base legal de quien o no votaba o donde o que se
votaba. Fue una consulta antidemocrática.
Ellos dedujeron unos resultados completamente
irregulares y ficticios y concluyeron que más o menos dos millones de
personas habían votado a favor. Tuvo una dimensión importante: Mas y
otros dos consellers fueron juzgados y condenados por el Tribunal
Superior de Justicia de Cataluña por desobediencia al Tribunal
Constitucional.
Como usted ha señalado en otra entrevista a Confilegal, la situación para el poder judicial no era fácil
Es que hay que pensar que se producían protestas
permanentes de la gente ante el Tribunal (lo que suponía una coacción) y
en ese contexto es cierto que se produce un hecho insólito que marca la
pauta de la respuesta del poder judicial ante las denuncias de los
independientes.
Es lo que dijo el fiscal Emilio Sánchez Ulled cuando Artur Mas calificó el juicio como una “anomalía democrática”.
Ulled le contestó: “Señor Mas, este juicio es también
democracia”. Todo eso ha habido que aguantar, sí. El Tribunal Supremo,
después, ratificó la condena.
También intervino el Tribunal de Cuentas
La consulta tuvo un coste económico para pagar toda
la infraestructura necesaria para realizarla. Unos cinco millones de
euros aproximadamente.
Entre otras, cosas se firmó un contrato de
responsabilidad civil con AXA por los daños que pudieran sufrir los
voluntarios que acudieran a participar en consulta. Esto llevó a la
condena del Tribunal de Cuentas.
¿Considera que hubo violencia?
Cuando niegan el carácter violento de aquel referéndum del 1 O es falso. No es cierto.
Hubo -no lo niego- un posible exceso de las Fuerzas
de Seguridad del Estado que se desplazaron a Cataluña para garantizar
que no se realizara un referéndum declarado ilegal por el Tribunal
Constitucional.
Pese a ello se llevó a cabo con el apoyo de los mossos que no impidieron que se celebrara un pseudo referéndum ilegal.
Las Fuerzas de Seguridad estaban allí para
contrarrestar la pasividad de los mossos. Pero creo que se podría haber
evitado porque eso generó un conflicto con niveles de violencia
importantes. La Fiscalía, en su acusación, formula que entre los
ciudadanos hubo cuatro heridos graves.
Y otra persona sufrió una lesión en un ojo a causa
de una pelota de goma. Se provoca porque el Gobierno catalán impone el
referéndum, aunque los mossos rogaron que no se hiciera por la
violencia que se podía generar. Pero además la Fiscalía reseña nombres y
apellidos de los 23 miembros de la Guardia Civil y de la Policía que
resultaron lesionados por lanzamiento de objetos.
Cuando hablan de que no ha habido violencia durante
estos meses, sí que la ha habido, en algún momento propiciada o
favorecida y consentida por el Gobierno de la Generalitat. Negar eso es
negar la realidad, negar los datos de que ya se dispone.
Al mismo tiempo, en referencia a la discusión de los
juristas, hay que decir que el concepto que se menciona de violencia
para la rebelión no es la rebelión armada de Primo Rivera, de julio del
36, o la de Tejero, ahí si se produjo tal concepto. Esto no ha
ocurrido aquí pero sí se fomenta el clima de violencia,como ocurre con
la amenaza y la coacción, términos que siguen empleando hoy.
¿Se refiere a las actuaciones de los CDR?
Los CDR son ciudadanos que en algún momento han sido
alentados para actuar por el propio presidente de la Generalitat y esa
acción sigue siendo una forma de violencia.
La interrupción del tráfico significa impedir el
derecho constitucional de la libre circulación personas y se encuentra
además en la Declaración de Derechos Humanos de 1948 que está
siendo vulnerada.
Ahí Torra se cubrió de gloria cuando clamó “apreteu”.
Algo ha habido en esta interrupción de las vías, ¿Por qué los mandos no ordenaron a sus fuerzas que lo impidieran?
Hay un delito en el Código Penal que es el de omitir actuar en un delito que se está cometiendo.
¿Por qué no actuaron los mandos?
No sólo cortaron las carreteras, también las vías del
AVE, ante la pasividad de los mandos… eso significa lesión a un
derecho y coacción. Si la Fiscalía Superior de Cataluña ha ordenado una
investigación es que es obvio: tenía que hacerlo. Recuerde cuando se
juntan los miembros de esta organización ante los juzgados de Gava
pintando “¡que tremolin! (¡que tiemblen!) ¡aixo es una guerra!”.
Es muy grave, están amenazando de agresión y muerte.
No se puede pasar esta página así como así, no es un
libro de texto, es una realidad comprobada. Me remito a un excelente
trabajo Rebelión y traición: los diablos familiares de Europa y la euro orden, del penalista Luis Arroyo Zapatero" (...)
(Carlos Jiménez Villarejo, antiguo fiscal
anticorrupción, ha recopilado su experiencia sobre el procés catalán en
un libro titulado Catalunya, mitos y resistencias que ha editado El Viejo Topo.)
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