"(...) Hemos entrado en una fase de inestabilidad política. Será muy difícil salir de ella. Y sólo puede que agravarse.
El proceso se ha cargado de momento a los Mossos
d'Esquadra, la crediblidad de TV3 y la neutralidad de Administración
pública con todos los funcionarios aplaudiendo como locos en cuanto los
nuevos consejeros aterrizaron en sus despachos. ¿Se imaginan a los
empleados de La Moncloa aplaudiendo a Mariano Rajoy o a Pedro Sánchez?
Sin embargo, los daños morales y psicológicos serán
todavía peor que los físicos. Resultan aún incalculables. El
desgobierno, la degradación de las instituciones, la imagen exterior
hundida, el estado de ánimo por los suelos.
Me refiero a la presidencia de la Generalitat
-flirteando con la guerra eslovena o cuestionando a los Mossos en
público-, del propio Gobierno catalán -con manifestaciones de médicos,
funcionarios y bomberos- o del Parlament. Cerrado cuatro meses en verano
porque no se ponían de acuerdo o con toda una expresidenta de la
institución, Núria de Gispert, haciendo tuits como una troll.
El mal ahora ya está hecho. Y me temo que es
irreparable. Tampoco se atisba solución. Disfruten lo votado. Sobre todo
los de los lazos amarillos." (Xavier Rius, director de e-notícies, 10/12/18)
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