13/11/18

El asimilacionismo identitario es un proceso de integración forzosa de un grupo etno-cultural, minoritario o no, a la cultura de la oligarquía dominante... en Cataluña, además pretende la asunción de valores identitarios propios del nacionalismo-secesionista...

"(...) En Cataluña, la lengua familiar entra en confrontación con la lengua de la escuela en más de la mitad de los alumnos. Esto es así ya que el español o castellano es lengua familiar de más de la mitad de las familias catalanas. Y ello es así porque, contrariamente a lo que cabría esperar, en Cataluña se practica una, mal llamada, inmersión lingüística que deja al castellano con la categoría de lengua extranjera, reduciendo su enseñanza a dos horas semanales.

No pretendo entrar a debatir sobre si es necesaria una discriminación positiva del catalán respecto al castellano. Primero, porque las discriminaciones positivas tienen un límite en el tiempo y porque se aplican a personas que sufren discriminación, no a lenguas. En todo caso, quien sufre discriminación por razón de lengua son los niños con lengua materna castellana.

 Y, segundo, porque no es el tema de derechos lingüísticos el tema principal de este artículo, independientemente de que es la lengua catalana la herramienta y justificación principal del proceso de asimilación identitaria. La sociedad en la que están insertos los niños catalanes es bilingüe; un proceso de socialización correcto debería tener en cuenta esa realidad.

El asimilacionismo identitario es un proceso de integración forzosa de un grupo etno-cultural, minoritario o no, a la cultura de la oligarquía dominante en un territorio concreto. Este proceso, en Cataluña, pretende, no solo el abandono de la lengua castellana y de tradiciones particulares, sino la asunción de valores identitarios propios del nacionalismo-secesionista. Detrás, hay un proyecto de secesión, de construcción nacional.

El grupo etno-cultural que el nacional-catalanismo pretende asimilar tiene dos características principales: Es mayoritario en la sociedad catalana y mayoritariamente lo forman las clases menos pudientes, las clases trabajadoras.

Ciertamente, el asimilacionismo ha conseguido que haya una juventud que ha roto con sus orígenes y asume discursos supremacistas, pero no es mayoría. No lo es, ni entre los jóvenes ni entre los adultos.
No son de fiar las encuestas realizadas por el CEO (Centre d’Estudis d’Opinió) dependiente de la Generalitat. Aún así, sus propias encuestas no se desmarcan demasiado de lo que ya he dicho en alguna ocasión: que el independentismo roza el 37% del censo (ver pregunta 30 en su resumen del barómetro). Cocinadas están, solo hay que ver la pregunta 31. 

Queda la duda de si las muestras son debidamente representativas de una sociedad tan plural como la catalana (porcentajes de lengua, de voto previo, etc.), aparte de la tendenciosidad de alguna de las preguntas; ya saben, aquello de la influencia del diseño en el resultado.

Digamos que el adoctrinamiento es la punta de iceberg del asimilacionismo, es la expresión del descontrol que algunos maestros sufrieron los pasados meses de septiembre y octubre de 2017. La rabia e impotencia les llevó a ejercer su labor sin bridas. (...)"               

(Vicente Serrano , Presidente de Alternativa Ciudadana Progresista y miembro del Grupo Promotor de IZQUIERDA EN POSITIVO || , Crónica Popular, 20/10/18)

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