1/10/18

Director de e-notícies: El jeta de Ernest Maragall... el lanzamiento de Ernest Maragall a sus 75 años como alcaldable no es mérito suyo sino de Manuel Valls. El proceso se juega Barcelona a una carta

"A mí Ernest Maragall siempre me ha parecido uno de los jetas más grandes del proceso. Sólo superado por Toni Comín o el Síndic de Greuges, Rafel Ribó.

En cuarta posición estaría Toni Castellà y sus muchachos de Demòcrates de Catalunya. Los antiguos demócratacristianos que, tras cargarse a Unió, han ido dando tumbos.

De Convergencia a Esquerra y de Esquerra a las primaras de Graupera, a ver si caía algo. Ahora que los han empezado a echar de la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona es la última posibilidad que tienen para continuar chupando del bote.

Pero lo de Ernest Maragall, como los socialistas que se han pasado al soberanismo después de dejar el cargo oficial, es de tesis o de máster. No le oí nunca una palabra a favor no ya de la independencia sino simplemente del derecho a decidir durante los más de 20 años que hizo carrera a la sombra de su hermano.

A José Montilla le montó un pollo -empezaba a labrarse el futuro- con un artículo a página entera en La Vanguardia en el que afirmaba que el tripartito no tenía un “proyecto integral de país” (“PSC y Catalunya”, 14 de febrero del 2010).

Probablemente era cierto, pero ni Ernest Maragall tuvo el detalle de dimitir tras la carga de profundidad ni Montilla la firmeza de cesarlo. Era al final de la legislagtura y no estaba el horno para bollos.

Hice entonces el esfuerzo de leerme el artículo entero y lo único que pedía en el penúltimo párrafo era grupo parlamentario del PSC en Madrid. Pero tuvo mucha vista el hombre: ahí empezó a gestarse la jubilación dorada del Tete.

Hay que recordar que previamente había sido la bestia negra de ERC durante el gobierno de Pasqual Maragall como Secretario del Govern. En esa época, los republicanos echaban pestes de dos altos cargos socialistas en Palau.

Uno era Ernest Maragall, otro el director de comunicación del presidente, Jordi Mercader. ¡Hasta pusieron a Xavier Vendrell de número dos en Presidencia porque Josep Bargalló -ahora colega de Govern- no daba abasto!

Cuando Montilla llegó a presidente no lo echó -que era la recomendación acertada que le hizo José Zaragoza- sino que cometió un error todavía más grave: confió en él. Lo ascendió a consejero de Educación. Para que luego dijeran que los capitanes del Baix Llobregat no tenían corazón.
Aquí tragó con la tercera hora de castellano. No lo digo yo, lo decía el digital del que había sido efímero secretario de comunicación del Govern, Miquel Sellarès. Ahora están todos en el mismo barco y, a falta de líderes, Ernest Maragall se ha convertido uno de los nuevos iconos de ERC. ¡Ver para creer!

Hasta recuerdo un acto de alcaldes del PSC en la antigua sede de la calle Nicaragua para cerrar filas con el entonces titular de Educación ante las crítica recibidas desde el campo soberanista.

En fin, en cuanto vio que se acababa lo que se daba se hizo soberanista. Como Ferran Mascarell y otros. Es curioso porque de las cuatro escisiones sufridas por el PSC todas acabaron bajo el paraguas de Esquerra: Nova Esquerra Catalana del propio Ernest Maragall, Avancem de Joan Ignasi Elena, Moviment Catalunya de Jordi Martí i Socialisme, Catalunya i Llibertat de Toni Comín.

NECat i Moviment Catalunya acabaron fusionándose en el Moviment d’Esquerres. Jordi Martí dejó la política en cuanto Ada Colau le ofreció la gerencia del Ayuntamiento de Barcelona, mucho mejor retribuida. Comín, que continua agarrado al escaño, se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para ERC.

El paso de Ernest Maragall a las filas republicanas le ha permitido, en todo caso, alargar la pensión. Primero como eurodiputado (2014-2016), luego diputado en el Parlament (2018), más tarde como consejero de Exteriores y ahora como alcaldable. Dudo de que haya renunciado al escaño. Por si acaso.

Casualmente el otro día comí con un exdirigente del PSC -un dirigente no deja de serlo nunca- y, a la hora de los postres salió, el nombre de Ernest Maragall. Todavía no se había hecho el anuncio oficial:

- ¿Y lo de Ernest, qué?

- Todo por la pasta -me respondió-

Como presidente de la mesa de edad en la primera sesión del Parlament ya hizo uno de los discuros más sesgados que se recuerdan en la cámara pero ya estaba el hombre haciendo méritos. Ahí lanzó su candidatura para más altas cotas que simple diputado de a pie.

Lo bueno es que nunca le he oído una apuesta clara y unívoca por la independencia. El 10 de abril del 2015, en la presentación del acuerdo entre Alfred Bosch y el Moviment d’Esquerres para las municipales, afirmó que “hemos apostado por un complementariedad entre el independentismo republicano y el socialismo soberano”. Y en el citado discurso parlamentario acabó con un "Visca Catalunya!", no "Visca Catalunya Lliure".

Muy mal tienen que estar en Esquerra para que tengan que recurrir a viejas glorias como Ernest Maragall el único gran mérito del cual es llevar el apellido Maragall.

Ya lo reconoció Alfred Bosch en su despedida. Se iba “con dolor” pero Ernest “lleva el apellido del mejor alcalde”. Bosch le puso también los deberes para que el sacrificio no sea en balde: “Ernest tienes que ganar en Barcelona”.

Pero es increíble que un partido que presume de mans netes, de honestidad y de 80 años de trayectoría haya encumbrado a personajes como Ernest Maragall.

Visto el fichaje de Toni Comín en su día hay que concluir que Oriol Junqueras ya no se caracteriza precisamente por sus ojo clínico en la selección de personal.

Es cierto que, en todo movimiento de masas, el número de arribistas, trepas y frikis se dispara. Sin embargo, con el proceso ha superado todas las expectativas. Recuerden a Eduardo Reyes proclamando en la plaza Sant Jaume, durante una de aquellas cumbres en Palau, que él lo que quería era ir an las listas. ¡Acabó de sexto!.

Para qué engañanos: el lanzamiento de Ernest Maragall a sus 75 años como alcaldable no es mérito suyo sino de Manuel Valls. Sólo hay que ver la reacción que ha provocado en contra -con artículos al unísono de Pilar Rahola, Josep Ramoneda, Esther Vera- para darse cuenta de que éste hombre ha unido todo el soberanismo de golpe.

El proceso se juega Barcelona a una carta."                       (Xavier Rius, director de e-notícies, 23/09/18)

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