"¿Cómo ven las empresas de la Cámara de Comercio Americana la situación en Cataluña?
La Cámara tiene su sede en Barcelona y la ha
mantenido allí, y los socios han visto desde el principio que la
independencia es imposible. Pero es difícil explicar lo que ha pasado y
puede pasar a sus casas matrices, lo que ha derivado en una pérdida de
inversión y deslocalización de sedes sociales. En principio, las
multinacionales y nuestros socios quieren invertir en Cataluña, pero que
los dirigentes de la Generalitat digan que no van a cumplir la ley,
perjudica mucho. Hay mucha gente preocupadísima otra vez.
¿Cómo reaccionan las multinacionales de EEUU?
R.- Nadie entiende que sea una lucha del poder
catalán contra la mitad de la población de Cataluña y contra España. El
pueblo ha sido agitado desde los políticos que han controlado el 50% del
gasto público en Cataluña y que tienen a su disposición a 17.000
policías y un enorme presupuesto para propaganda a través de la
televisión pública, y a través de una serie de entidades privadas y sin
ánimo de lucro con una capacidad de penetración en el tejido social
alimentadas desde el poder con el dinero de los contribuyentes.
Hay que
recordar que el dinero de los gobernantes no es suyo, es de los que
pagamos impuestos. Tienen que saber que no pueden utilizarlo contra la
mitad de la población. No pueden utilizar una televisión pública para
trabajar contra el orden constitucional.
¿Hay nuevas inversiones canceladas?
Se vuelven a posponer inversiones, que se habían
pospuesto ya e incluso se han perdido muchas a lo largo de este proceso.
Vamos a ver qué pasa, pero si se vuelve a tomar el poder y se vuelve a
inflamar a la gente para la confrontación todo el día con lacitos
amarillos y cruces en la playa habrá confrontación que aparecerá en la
prensa internacional. Los inversores no quieren lío. Si tienes que
elegir entre un lugar donde se cumple la ley y no hay confrontación,
porque vas a optar por otro en el que los gobernantes se dedican a
atizar la pelea social.
¿Va Cataluña hacia un estancamiento económico prolongado?
Nunca en la historia ha habido 4.000 compañías que
tomen decisiones en sus órganos de dirección, vayan a un notario y
cambien su domicilio social en tan poco tiempo. Eso va a tener
consecuencias para la economía. Es un efecto terrible de lo que ha
pasado y debería dar lugar a responsabilidades políticas porque va a
perjudicar a la gente a medio y largo plazo.
¿Qué le parece el discurso de Quim Torra?
Estoy muy preocupado. Es una persona que ha
manifestado a lo largo de toda su carrera unas ideas tan claras de
división, de decidir quiénes son los buenos y quiénes son los malos. No
puede ser el presidente de todos los catalanes.
¿Es favorable a mantener el 155?
El 155 ha servido para generar confianza de dos
maneras: atajando una deriva que no llevaba a ningún lado, y señalando
que hay un camino para impedir que se vuelva a llegar a situaciones
extremas. No sé si ahora o cuando, pero es una herramienta que da
tranquilidad. Muchos inversores veían que el conflicto existía y el
Estado no reaccionaba, por eso el 155 ha ido bien para atajar la
sangría.
Es lo que ocurriría en cualquier país del mundo. No me imagino
un gobernador en EEUU queriendo montar un referéndum y que el Estado no
haga nada. En todos los países la reacción habría sido similar.
¿Ha habido demasiada pasividad de las organizaciones empresariales?
Lo que me ha extrañado es el seguidismo de
organizaciones empresariales catalanas como Pimec o Cecot, pidiendo el
derecho a la autodeterminación que es imposible. Ningún Estado lo
concedería porque lo pida el 7% de la población.
Usted escuchará en Madrid que se llama cobardes a los empresarios catalanes...
No son cobardes. Hay empresarios catalanes muy
buenos y muy importantes. Lo que pasa es que el sistema autonómico
permite que el que llega al poder no tenga contrapoderes y en Cataluña,
más. Los empresarios no quieren enfrentarse a la gente que controla
absolutamente todo: las empresas públicas, las subvenciones, la policía,
los medios de comunicación.
Hablar en Cataluña tiene un coste muy alto y
el problema no son los empresarios, es el sistema. Los empresarios
catalanes tenemos una tendencia a expresarnos menos en política y más en
la gestión, pero no ha habido cobardía. Lo que ha habido es prudencia y
miedo a indisponerse ante el poder público omnímodo de la Generalitat
que ha montado redes clientelares y un movimiento social.
A los
empresarios que hablamos en contra del procés, sobre todo si somos
catalanes, enseguida hay miles de personas que no sé quién los paga que
nos machacan en redes sociales. A mí me machacan cada vez que hablo.
¿Ha pagado usted un precio personal?
No lo veo así. Estoy orgulloso de haber hablado.
Dentro de unos años si mis hijos me preguntan qué hice, diré que al
menos dije lo que pensaba. En cambio muchos otros que hoy pueden hacer
algo, tendrán que decir a sus hijos que no hicieron nada.
¿Es una solución que el Estado conceda más autogobierno a la Generalitat?
No lo veo. Todas las herramientas del autogobierno
se han utilizado en contra de la convivencia de los catalanes, del
Estado de Derecho y del orden constitucional. Todo para la ficción de
que Cataluña puede ser independiente y que eso será inocuo.
Todo lo que
sea dar más se va a utilizar en contra del Estado y contra la mitad de
los catalanes que no queremos continuar con esto. Si el Estado hace más
concesiones a la Generalitat, se le volverán seguro en contra. La
solución de dar más autogobierno a Cataluña sería un error.
Entonces, ¿cuál es la solución?
La solución pasa por crear un sistema en el que las
comunidades autónomas tengan más contrapoderes y que no pase como en
Cataluña, en el que el régimen no tenía contrapoder. Eso hay que
cambiarlo. No creo en la idea de que más autogobierno va a dar
satisfacción a los que quieren la independencia. Si una persona no es
leal, no hay que darle más, hay que pensar en cómo controlar los daños. (...)"
No hay comentarios:
Publicar un comentario