3/5/18

Algunas izquierdas todavía no saben distinguir entre una democracia burguesa imperfecta como la que vivimos similar en muchas cosas a la sociedad francesa, inglesa o alemana, de una sociedad totalitaria como la que fue el franquismo. Tal es el problema de confusión de “nuestra izquierda” que se la ha transmitido a la izquierda europea...

"(...) no exista en Cataluña, y en toda España, una izquierda qué recupere sus principios éticos de igualdad. Me explico, que realice una crítica contundente a las bases segregadoras del nacionalismo, una crítica contundente al nacionalismo en sí.

No es ni la primera vez ni será la última que afirmo que la izquierda en España anda bastante despistada y acomplejada ante los nacionalismos periféricos a causa de un complejo generado tras la transición y la superación del franquismo.

 Tal es así que algunas izquierdas todavía creen vivir en el franquismo y no saben distinguir entre lo que podríamos llamar una democracia burguesa imperfecta como la que vivimos –y, por tanto, perfectible en muchos campos-, similar en muchas cosas a la sociedad francesa, inglesa o alemana, de una sociedad totalitaria como la que fue el franquismo. 

Una cosa es que la democracia burguesa no colma las ansias igualitarias de la izquierda y otra cosa es confundir la situación en la que vive nuestra sociedad española.

Por ejemplo: considerar a Puigdemont un exiliado y no un fugado de la justicia, como en realidad es, deja mucho que desear sobre la capacidad analítica de esta “izquierda”. Tal es el problema de confusión de “nuestra izquierda” que se la ha transmitido a la izquierda europea. 

Resulta ridículo, por no decir bochornoso, qué el líder de Die Linke (La Izquierda) visite al fugado de la justicia española inmediatamente después de la visita del líder de la ultraderecha nazi alemana. Un acto de pleitesía a un golpista inaceptable.  (...)

Es imprescindible caminar hacia la construcción de una izquierda, se diga como se diga, que tenga un proyecto frontal al nacionalismo, se apellide este como se apellide

En Barcelona, desde febrero del pasado año empezamos a reunirnos diferentes organizaciones y gentes de izquierda que rechazamos frontalmente los proyectos del Nacional-secesionismo Catalán. Por otro lado, en Madrid gentes procedentes de Izquierda Unida y del PCE llevan tiempo reuniéndose en torno a un proyecto denominado Izquierda Hoy.(...)

Es necesario trabajar en agrupar a una izquierda no dogmática, transversal dentro de la izquierda y claramente no nacionalista. Existen otros grupos y otros foros en la misma línea y hemos de trabajar para encontrarnos y para buscar alternativas políticas a esta pobre oferta que nos da la partitocracia actual en España. 

El problema no es elegir entre PP y C’s ni elegir entre PSOE y P’s; el problema es avanzar hacia una sociedad más justa y ni los primeros nos sirven por tener proyectos neoliberales ni los segundos por su populismo y por su falta de crítica y autocrítica.

La ambigüedad de estos últimos respecto al llamado mal llamado derecho a decidir o el empecinamiento dogmático al sostener la bandera del derecho de autodeterminación para Cataluña o País Vasco en España, o incluso la idea de hacerlo extensivo al resto de las comunidades autónomas haciendo una interpretación del federalismo tan sui generis, que se confunde como la construcción de una confederación a medida de las oligarquías de cada territorio, abocándonos a una suerte de Reinos de Taifas neo-feudales, les hace inviables para la construcción de una izquierda internacionalista y solidaria que es la que necesitamos en España. (...)"                  

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