"La montaña de Montjuic parió un ratón llamado Puigdemont que ayer hizo
en el Parlamento catalán una vergonzante declaración de la independencia
de Cataluña y acto seguido la suspendió, mientras imploraba al Gobierno
de España una negociación y en la CUP se hablaba de ‘traición’. (...)
El Presidente catalán es un cobarde que ha metido a Cataluña en una
ruta infernal y que al final no fue capaz de hacer una solemne
declaración de la República de Cataluña que, según él mismo, fue
aprobada en el referéndum del 1-O.
Y no sólo eso, la República de Puigdemont apenas duró 10 segundos
dado que al poco de ser anunciada -con confusas palabras para eludir la
vía penal- Puigdemont anunció que sería suspendida por el Parlament para
ver si lograba una negociación con Rajoy. Por lo que su República ha
sido la más breve de la historia catalana, no en vano la de Maciá en
1931 duró tres días, la de Companys en 1934 duró10 horas y la de
Puigdemont apenas 10 segundos. (...)
Con el vergonzoso espectáculo político que ha ofrecido Puigdemont en
el Parlament y las pocas ganas que siempre tiene Rajoy de tomar
decisiones (y Sánchez para no alejarse de Podemos y del PSC) corremos el
riesgo de que la montaña de la Moncloa acabe pariendo otro ratón
llamado Rajoy.
Y que con una débil respuesta a los golpistas -ahora
divididos, en desbandada y asustados- el Estado pierda la oportunidad no
sólo de desmontar el golpe de Estado sino de investigar su trama
política, mediática y económica para que sus responsables -que han
defraudado a sus seguidores- paguen sus delitos ante los tribunales de
Justicia.
Puigdemont está encerrado en su particular Waterloo siempre que
Rajoy, como Wellington, dé las órdenes oportunas y destruya al enemigo
golpista y ahora acobardado impostor que ha pasado de sus lamentos
victimistas del ‘España nos roba’ y el ‘España nos pega’ al de ‘España
no quiere negociar’. (...)
En todo caso, y como dijo indignada la inefable diputada Gabriel de la
CUP en el Parlament, ayer Puigdemont perdió una oportunidad histórica al
no proclamar con solemnidad la República de Cataluña. Y ese gesto de
clara cobardía ‘su mitad secesionista’ del pueblo catalán nunca se lo
perdonarán." (
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