"Los independentistas no han incluido un mínimo de participación para
dar validez al referéndum que quieren celebrar el 1 de octubre para
separar Cataluña del resto de España. Sin embargo, la Generalitat sí
exige un quorum para que una localidad se segregue de otra: se necesita
el respaldo del 50% de los habitantes para iniciar el trámite, según la
Ley Municipal de Cataluña.
Frente a la exigencia de ese 50% en la norma para segregar
ayuntamientos, la ley del referéndum que Junts pel Sí y la CUP
presentaron el martes –que se aprobará no antes de finales de agosto
para evitar impugnaciones– sólo dice en su artículo 4 que «si hay más
votos afirmativos que negativos, implica la independencia de Cataluña», y
que si no los hay se convocarán «inmediatamente unas elecciones
autonómicas». No establecen ningún quorum. (...)
La Ley Municipal y de Régimen Local de Cataluña establece, en el caso
de que los vecinos de una localidad catalana quieran segregar una parte
de su territorio para crear otro, que se necesitarán –sólo para iniciar
el trámite– «una mayoría del 50%, como mínimo, del último censo
electoral» de esa área.
En Cataluña se han producido en los últimos años dos segregaciones de
este tipo: las que dieron lugar a las poblaciones de La Canonja
(Tarragona, 2010) y Medinya (que se separó del municipio de Sant Julià
de Ramis, Gerona, en 2015).
Diputados que fueron partícipes de aquellos
procesos recuerdan los «farragosos» trámites legales que tuvieron que
superar para independizarse de las localidades a las que estaban
adscritos. (...)
Con todo, los diputados independentistas sí dieron alguna pista del
resultado mínimo que esperan. «Todos sabemos que hay una referencia: la
participación debe superar con creces, segurísimo, el proceso
participativo del 9-N de 2014», dijo Gabriel. Guinó añadió con la
aquiescencia de la diputada antisistema que «algunos hablan de un mínimo
de tres millones», que es el umbral que se marcan en privado los
independentistas.
En la consulta del 9-N, sin censo previo y sin valor legal,
participaron algo más de 2,3 millones de catalanes, de los que más del
80% se inclinaron por la opción independentista. Como no había censo
–los ciudadanos se iban apuntando conforme llegaban a las mesas–, y como
pudieron votar también los menores de 16 a 18 años y los extranjeros
con residencia en Cataluña, es imposible precisar el porcentaje de
participación. Se calcula que estuvo en torno al 37%, lo que supone algo
más de un tercio de quienes tenían derecho a voto.
En la misma entrevista, la secretaria general de ERC, Marta Rovira,
rechazó explicar de dónde piensa sacar la Generalitat el censo en esta
ocasión. «El Govern dispone de los datos de toda la población y necesita
un marco legal que diga que se pueden usar. La ley del referéndum es
ese marco», afirmó. Pero cuando le pidieron más detalles sobre cómo
habían obtenido esos datos, dijo: «Eso no lo voy a contestar». (...)" (El Mundo, 06/07/17)
No hay comentarios:
Publicar un comentario