"(...) Miguel Lupiáñez, alcalde de Blanes, que había sido entrevistado a
primera hora de la mañana donde Alsina.
El alcalde, que milita en el partido socialista y gestiona una ciudad de 40 mil habitantes y 46 millones anuales, había sido invitado a que explicara su postura favorable al referéndum de autodeterminación.
El alcalde, que milita en el partido socialista y gestiona una ciudad de 40 mil habitantes y 46 millones anuales, había sido invitado a que explicara su postura favorable al referéndum de autodeterminación.
Nada más saberse en
antena, el alcalde Lupiáñez se lanzó a un desconcertante intento de
explicación de su punto de vista. No solo yo pensé que algo iba mal. Con
irónica elegancia el conductor del programa aludió a la tópica torpeza
de una mañana de lunes, aunque atribuyéndose a sí mismo los efectos.
Pero Lupiáñez no se arredró.
Luego de su incomprensible balbuceo, que
tan llamativamente chocaba con su autodeterminación, empezó a explicar
las diferencias entre Cataluña y el resto de España, que conocía bien
por alpujarreño emigrado de niño a Blanes. Hay que escuchar toda la
entrevista, porque es un testimonio apopléjico de nuestra era; pero
digamos que el cenit sintético se alcanzó cuando en lenguaje indirecto
dijo Lupiáñez que la diferencia entre Cataluña y el resto de España era
como la de Dinamarca y el Magreb.
La irreflexividad propia de cualquier
tertulia me hizo calificar con dureza sus palabras. Luego lo lamenté,
porque temía que su intervención tuviera una seria explicación
atenuadora. Pero no ha trascendido, como dicen los periodistas divinos.
Ni ha habido parte médico ni ha sido expulsado de su partido. De lo que
se deduce que estaba orientado y que su partido considera que las
distinciones entre catalanes y alpujarreños son rigurosas técnicamente y
moralmente irreprochables.
Así pues, estampado el nihil obstat sobre la entrevista, hay que
agradecer a Lupiáñez la franqueza con que ha expresado sus sentimientos.
Hace tiempo que me empeño en difundir que una de las bases del
independentismo es la repulsión que causan los españoles a muchos
nacionalistas.
El nacionalismo ha manejado este sentimiento de dos maneras: intentando mejorar a los cafres (la raíz indecible del proyecto cambonista y su Espanya gran) o apartándose de ellos, ahora que los nacionalistas en su aterradora decadencia constatan que ya solo están para pastorear a los cafres propios o asimilados.
Lupiáñez, sano y salvo, disfruta, en cualquier caso, de aquel derecho de amparo que estableció don José Montilla cuando dijo que los tribunales no pueden juzgar sentimientos. Su xenofobia no lo llevará a la cárcel ni a la vergüenza ni a la intemperie." (Arcadi Espada, El Mundo, 27/06/17)
" El alcalde de Blanes, Miguel Lupiáñez, del PSC por más señas, afirma con total desparpajo que “catalanes y españoles somos diferentes”, que “pasa igual con Dinamarca en relación al Magreb”, que “la sociedad catalana se mueve por espíritu de construcción, esfuerzo, compromiso y responsabilidad”. La sociedad española no se sabe por qué se mueve porque no nos lo dice
Este personaje nació en Granada aunque, no faltaría más, se considera “ciudadano del mundo”. De Catalunya al mundo como quieren los nazional-independentistas. Y por todo ello considera necesarias las urnas, eso sí para votar sólo los catalanes.
Debo decir que este personaje nada tiene que ver con los Brigadistas Internacionales, obreros, poetas, escritores, que sí eran del mundo y vinieron a defender con su vida la IIª República Española, y la glosaron con su poesía y su sacrificio, entonces y siempre.
Yo me formé sindical y políticamente en Blanes, trabajando en la SAFA (Sociedad Anónima de Fibras Artificiales). No encontré a nadie del PSC para compartir luchas, peligros, despidos y cárcel. Estaban, eso sí, los comunistas de “Quatre Vents”, los Antequera en primer lugar, cuyo miembro más activo en la dirección del PSUC local, Maxi, vino a encontrarme para ver qué podíamos hacer en SAFA para poner en marcha las reivindicaciones obreras y coordinar el trabajo con los trabajadores de la construcción, ya que ellos no estaban presentes en la fábrica.
E hicimos cosas interesantes e importantes entonces, frente al silencio de los corderos de los que ahora sacan pechos y son tan abiertos como el alcalde Lupiáñez, y mucho más todavía, los independentistas que no estaban ni se les esperaba. (...)
El nacionalismo ha manejado este sentimiento de dos maneras: intentando mejorar a los cafres (la raíz indecible del proyecto cambonista y su Espanya gran) o apartándose de ellos, ahora que los nacionalistas en su aterradora decadencia constatan que ya solo están para pastorear a los cafres propios o asimilados.
Lupiáñez, sano y salvo, disfruta, en cualquier caso, de aquel derecho de amparo que estableció don José Montilla cuando dijo que los tribunales no pueden juzgar sentimientos. Su xenofobia no lo llevará a la cárcel ni a la vergüenza ni a la intemperie." (Arcadi Espada, El Mundo, 27/06/17)
" El alcalde de Blanes, Miguel Lupiáñez, del PSC por más señas, afirma con total desparpajo que “catalanes y españoles somos diferentes”, que “pasa igual con Dinamarca en relación al Magreb”, que “la sociedad catalana se mueve por espíritu de construcción, esfuerzo, compromiso y responsabilidad”. La sociedad española no se sabe por qué se mueve porque no nos lo dice
Este personaje nació en Granada aunque, no faltaría más, se considera “ciudadano del mundo”. De Catalunya al mundo como quieren los nazional-independentistas. Y por todo ello considera necesarias las urnas, eso sí para votar sólo los catalanes.
Debo decir que este personaje nada tiene que ver con los Brigadistas Internacionales, obreros, poetas, escritores, que sí eran del mundo y vinieron a defender con su vida la IIª República Española, y la glosaron con su poesía y su sacrificio, entonces y siempre.
Yo me formé sindical y políticamente en Blanes, trabajando en la SAFA (Sociedad Anónima de Fibras Artificiales). No encontré a nadie del PSC para compartir luchas, peligros, despidos y cárcel. Estaban, eso sí, los comunistas de “Quatre Vents”, los Antequera en primer lugar, cuyo miembro más activo en la dirección del PSUC local, Maxi, vino a encontrarme para ver qué podíamos hacer en SAFA para poner en marcha las reivindicaciones obreras y coordinar el trabajo con los trabajadores de la construcción, ya que ellos no estaban presentes en la fábrica.
E hicimos cosas interesantes e importantes entonces, frente al silencio de los corderos de los que ahora sacan pechos y son tan abiertos como el alcalde Lupiáñez, y mucho más todavía, los independentistas que no estaban ni se les esperaba. (...)
Bien, volviendo al inicio, que un personajillo como este alcalde diga de una tacada tantas sandeces demuestra que los nazional-independentistas
han hecho un buen trabajo para engatusar, anular o utilizar al que se
ponga a mano, por intereses personales o por ignorancia, ambas cosas
graves para un cargo como el alcalde de una ciudad de la importancia de
Blanes, aunque en ella ya no exista la SAFA y otras empresas auxiliares
de importancia, pero sí perdure un espíritu y raíz cultural, social y
política de lo que antaño crearon hombres y mujeres que poco tenían que
ver con el señor Lupiánez. (...)" (Francisco Frutos Gras, Ex Secretario General del PCE, Crónica Popular, 27/06/17)
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