"No quisiera ser Mosso d'Esquadra porque los miembros de este cuerpo
policial se van a tragar enterito el marrón en el que les quiere meter Puigdemont.
Valga de entrada que no quiero ningún mal para estos servidores de la ley. Ni para ninguno. Es más, siempre me he llevado bien con los uniformes. Cuando veo a un guardia me transmite una sensación de seguridad, salvo que me paren los agentes de Tránsito en algún control de carretera. (...)
Cuando hace un mes el bocamoll de Lluís Llach advirtió a los Mossos de que pronto tendrían que dar un paso al frente y que, si no lo daban, sufrirían las consecuencias, no disparaba con salva del rey, sino que apuntaba con fuego real. Por eso sus capitostes lo han arropado como si fuera un animal en vías de extinción. Llach es L'Estaca. La melodía del procés. El cantautor guía.
En estos últimos diecisiete años he conocido a muchos mandos de los Mossos tras largas entrevistas. La mayor parte de los mayorales son de la Generación del bautizo, la de 1983. La quinta cero. Y bien puedo decir que el talón de Aquiles del Govern indepe es su guardia; porque cuando el Parlament presumiblemente apruebe la ley de desconexión con el Estado, ellos deben ser el brazo armado que tiene que cumplirla, y desobedecer las leyes.
El colectivo de los Mossos no es como el de los maestros, en los que se ha inoculado la idea separata desde el magisterio, porque Pujol tenía claro que el abono del nacionalismo había que esparcirlo en la escuela y regarlo con la lluvia fina de los medios de comunicación subvencionados. (...)
Ese germen indepe no lo tienen incrustado los Mossos, que por su propia naturaleza no son de la CUP, sino gente de orden, que aplican no lo que ordenan los políticos sino lo que dictan los jueces conforme a la ley, aunque en toda cosecha siempre habrá almendras amargas que desprestigian a todo el cuerpo.
Así que, cuando el Parlament apruebe la ley exprés de la desconexión, la espada de Damocles caerá sobre el colectivo policial. Ese fue el sentido de la amenaza del Llach de Verges.
Pero los Mossos saben que, si cumplen con la obediencia debida al Govern de la Generalitat, incumplir la ley, no les va a salir gratis, a diferencia de los maestros: perderán el empleo, dejarán de ser funcionarios.
Llach sabía lo que dijo, pero como no está acostumbrado a manejar más armas que su voz, la bala saldrá disparada no por el cañón del revolver 38 mm sino por la culata, y les hará un estropicio que sólo unos locos querrán experimentar." (La Espada de Damocles de los Mossos, Roberto Giménez Gracia , Crónica Global, 17/05/17)
"El sindicato de los Mossos, la Unió Sindical de la Policia Autonòmica de Catalunya ha sido el encargado de llevar a las más altas instancias del departamento de Interior la cuestión del referéndum.
Valga de entrada que no quiero ningún mal para estos servidores de la ley. Ni para ninguno. Es más, siempre me he llevado bien con los uniformes. Cuando veo a un guardia me transmite una sensación de seguridad, salvo que me paren los agentes de Tránsito en algún control de carretera. (...)
Cuando hace un mes el bocamoll de Lluís Llach advirtió a los Mossos de que pronto tendrían que dar un paso al frente y que, si no lo daban, sufrirían las consecuencias, no disparaba con salva del rey, sino que apuntaba con fuego real. Por eso sus capitostes lo han arropado como si fuera un animal en vías de extinción. Llach es L'Estaca. La melodía del procés. El cantautor guía.
En estos últimos diecisiete años he conocido a muchos mandos de los Mossos tras largas entrevistas. La mayor parte de los mayorales son de la Generación del bautizo, la de 1983. La quinta cero. Y bien puedo decir que el talón de Aquiles del Govern indepe es su guardia; porque cuando el Parlament presumiblemente apruebe la ley de desconexión con el Estado, ellos deben ser el brazo armado que tiene que cumplirla, y desobedecer las leyes.
El colectivo de los Mossos no es como el de los maestros, en los que se ha inoculado la idea separata desde el magisterio, porque Pujol tenía claro que el abono del nacionalismo había que esparcirlo en la escuela y regarlo con la lluvia fina de los medios de comunicación subvencionados. (...)
Ese germen indepe no lo tienen incrustado los Mossos, que por su propia naturaleza no son de la CUP, sino gente de orden, que aplican no lo que ordenan los políticos sino lo que dictan los jueces conforme a la ley, aunque en toda cosecha siempre habrá almendras amargas que desprestigian a todo el cuerpo.
Así que, cuando el Parlament apruebe la ley exprés de la desconexión, la espada de Damocles caerá sobre el colectivo policial. Ese fue el sentido de la amenaza del Llach de Verges.
Pero los Mossos saben que, si cumplen con la obediencia debida al Govern de la Generalitat, incumplir la ley, no les va a salir gratis, a diferencia de los maestros: perderán el empleo, dejarán de ser funcionarios.
Llach sabía lo que dijo, pero como no está acostumbrado a manejar más armas que su voz, la bala saldrá disparada no por el cañón del revolver 38 mm sino por la culata, y les hará un estropicio que sólo unos locos querrán experimentar." (La Espada de Damocles de los Mossos, Roberto Giménez Gracia , Crónica Global, 17/05/17)
"El sindicato de los Mossos, la Unió Sindical de la Policia Autonòmica de Catalunya ha sido el encargado de llevar a las más altas instancias del departamento de Interior la cuestión del referéndum.
USPAC ha formulado por escrito la petición de explicaciones sobre la
responsabilidad de los Mossos en una virtual consulta sobre la
independencia comprometida por el Govern y sobre el régimen sancionador
que se aplicaría a los Mossos toda vez que se apruebe las leyes de
transitoriedad.
La cuestión se ha planteado ante el Consell de la Policia,
un órgano de mediación y conciliación en caso de conflictos colectivos,
expedientes disciplinarios y políticas de personal del cuerpo entre
muchas otras funciones.
La reunión se celebró este lunes y según algunos
de los asistentes aseguran que fue “caliente” y acabó muy tarde,a la
espera que los sindicatos hagan una valoración con sus direcciones sobre
el balance del encuentro. Según fuentes de los participantes, no hubo
respuesta sobre el referéndum que se ha pospuesto para un Consell de
Policia Extraordinario que debe celebrarse esta semana.
La solicitud de USPAC se basaba en la firma del conseller de
Interior, Jordi Jané, del manifiesto que el Govern firmó el 21 de abril
de apoyo al referéndum así como las polémicas palabras del diputado de
JxSí Lluís Llach sobre el régimen sancionador que se aplicaría a los
funcionarios que incumplieran la ley de Transitoriedad.
En la argumentación para pedir explicaciones al Conseller, Director y
Major dels Mossos, el sindicato asegura que la situación ha creado
“inseguridad y una avalancha de peticiones de información” de los
funcionarios policiales.
Asimismo recuerdan que el referéndum y el cambio normativo de la ley
de transitoriedad afecta “directamente a la política del cuerpo y en las condiciones de prestación de los servicios”. Por ello, reclaman
ante el Consell de la Policia un “pronunciamiento claro y sin fisuras
que desvanezca todas las dudas expresadas” hasta ahora.
En conclusión, reclaman que se informe “claramente sobre si los
funcionarios del cuerpo serán sancionado en caso de no obedecer las
órdenes políticas” y qué tipo de sanciones se prevén si no se acatan las
llamadas “leyes de transitoriedad”. (La Vanguardia, 16/05/17)
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