"El Gobierno catalán optará por declarar la independencia unilateral si no puede celebrar el referéndum que reclama. Así consta en el borrador de la llamada ley de ruptura publicado esta semana por EL PAÍS.
Sin embargo, esta opción solo la apoya el 35% de los catalanes mientras
que el 61% la rechaza de plano. Más oposición provocan incluso las
maniobras para aprobar sin debate parlamentario la ley que debe
facilitar esta ruptura: el 67% de los catalanes se opone a ello.
La declaración unilateral de independencia es la opción que el secesionismo ha abrazado progresivamente
a medida que el Gobierno central y los tribunales han ido cerrando
puertas para celebrar un referéndum de autodeterminación ya sea
consultivo o vinculante.
Aunque inicialmente solo la apoyaban sectores
de Esquerra Republicana y de la CUP, hoy se inclinan por esta opción
muchos de los dirigentes de la refundada Convergència Democràtica. Tanto es así que el concepto aparece ya en el borrador de la llamada Ley de Transitoriedad Jurídica publicado por este periódico y que la Generalitat quiere aprobar en el Parlament este verano.
Solo los votantes de los partidos independentistas apoyan
esta vía, y no de manera unánime. Se oponen a la declaración unilateral
de independencia el 29% de los votantes del PDeCAT, el 21% de los de
Esquerra Republicana y el mismo porcentaje de los de la CUP.
Los partidos constitucionalistas son, como es lógico, los
más beligerantes con una eventual declaración unilateral de
independencia y destaca la cierta división existente dentro de Catalunya
Sí que es Pot, formación en la órbita de Podemos. Uno de cada cuatro de
sus votantes apoyaría la declaración de independencia unilateral.
Pero si el rechazo a la independencia unilateral es
mayoritario, todavía despiertan más repulsa los movimientos que está
haciendo la Generalitat para aprobar las llamadas leyes de desconexión,
que incluyen la de transitoriedad.
El Gobierno de Carles Puigdemont, con el apoyo de la CUP, está modificando el reglamento del Parlamento para que el proyecto de ley pueda debatirse por la vía de urgencia, sin apenas debate ni tiempo para las enmiendas.
Puede darse el caso de que la oposición solo disponga de unas pocas
horas para leer el documento antes de votarlo y en él se abordan
cuestiones tan fundamentales como la forma en la que se organizaría un
futuro Estado catalán o los derechos lingüísticos de sus ciudadanos.
El 67% de los encuestados rechaza la manera de actuar del
Gobierno catalán con las leyes de desconexión, frente a un 27% que lo
apoya. En este caso aumenta también el número de votantes de los
partidos independentistas que no ven bien la manera de actuar de sus
líderes.
Rechazan que se utilice el procedimiento de urgencia hasta el
38% de los votantes del PDeCAT, el partido del president Carles Puigdemont. En el caso de ERC le dan la espalda el 28% y el 13% de los de la CUP.
Los votantes de Catalunya Sí que es Pot,
próximos en muchos casos a tesis independentistas, tampoco avalan las
prisas con las que se quiere tramitar la desconexión. Solo un 18%
considera “aceptable” la tramitación de urgencia.
Identidad compartida
La encuesta de Metroscopia sigue reflejando un tejido social
catalán cohesionado a pesar de las tensiones que está provocando el
proceso independentista. Resulta significativo que los encuestados que
dicen sentirse tan catalanes como españoles representan el 50% de la
población y que los que se consideran únicamente catalanes o solo
españoles son el 14% y el 4% respectivamente. (...)" (
Miquel Noguer , El País, 24/05/17)
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